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Elegante muletazo en redondo de Juan Ortega a su segundo toro
Elegante muletazo en redondo de Juan Ortega a su segundo toro (Foto: Plaza1)

Feria de Otoño: Ortega y Aguado, esos acomodados toreritos de detalles

Vuelta al ruedo protestada del primero y ovación para el segundo en una corrida blanda y descastada de El Pilar

viernes 07 de octubre de 2022, 22:17h
Que Juan Ortega y Pablo Aguado tienen buen gusto nadie lo pone en duda. Otra cosa es que tengan lo que hay que tener para ser figuras del toreo. Naturalidad, gusto, torería… toda la que quieran, pero con eso no basta. Ortega y Aguado, que comparten cartel día sí, día también, son dos conformistas sin ambición. Dos toreros de detalles. De gran calidad, sí, pero detalles, al fin y al cabo. Ambos manejan con soltura y buen estilo el capote y lo bordan en el toreo accesorio, pero a la hora de asentar las zapatillas muleta en mano y ligar los muletazos… ay, amigo.

Es lo que demostraron en el cuarto festejo de la Feria de Otoño. Incapaces de ligar una sola tanda de muletazos, no dejaron de perder pasos en sus respectivas faenas. Y eso que delante no tuvieron ningún dechado de bravura. Sus nobles oponentes, como el conjunto de la muy desigualmente presentada corrida de El Pilar, adolecieron de falta de fuerza y casta. Pero ni aún así.

Notable por templado y ceñido fue el recibo de Juan Ortega al segundo, que apretó en la primera vara. A partir de ahí, y aunque en la distancia se arrancaba con prontitud, se fue viniendo abajo. Ortega, que destacó doblándose por bajo en el inicio del trasteo, no se entendió con él y pinchó dos veces antes de dejar una estocada.

También fue bueno el comienzo de su segunda labor. De nuevo, el sevillano dejó muestras de su buen concepto en algunos redondos y naturales preñados de sabor, pero la obra, muy irregular, volvió a carecer de ligazón. Faltó continuidad y sobraron enganchones. Todo, ante un animal muy protestado por su terciada presencia y contada fortaleza. Tras matar a la primera, le llegaron a pedir la oreja -¡cómo está Madrid!- y se dio una vuelta al ruedo.

Lo mejor de la tarde lo realizó Pablo Aguado al recibir de capa a su primero. Paso a paso, verónica a verónica, fue ganando terreno desde el tercio, concluyéndolo todo con una majestuosa media de remate. Toreó también por delantales a la hora de colocar al toro en suerte en el caballo, pero la inspiración terminó ahí. Con la muleta, acelerado y sin acoplarse en ningún momento, anduvo por debajo de la encastada nobleza del astado.

Abría cartel Diego Urdiales, un referente del toreo puro en horas bajas. Y, como sus compañeros, dejó algún pasaje de personalidad y hondura, pero la falta de fuerza y transmisión de su lote hizo imposible el triunfo.

FICHA

Seis toros de EL PILAR, desiguales de presentación (justo el 3º e impresentable el 5º), la mayoría cumplidores en el caballo, nobles, blandos y descastados, salvo el buen 3º. DIEGO URDIALES: silencio; silencio. JUAN ORTEGA: silencio tras aviso; vuelta. PABLO AGUADO: saludos tras aviso; silencio. Plaza de toros de Las Ventas. 7 de octubre. 4ª de la Feria de Otoño. Alrededor de tres cuartos de entrada (20.096 espectadores, según la empresa).

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