El Gobierno ha rebajado 3 décimas, del 2,6% al 2,3%, su previsión de crecimiento para 2018, debido a la incertidumbre asociada a la situación en Cataluña, la moderación del ciclo económico y la ausencia de Presupuestos Generales del Estado, según figura en el nuevo plan presupuestario remitido a Bruselas. Para este ejercicio, el Gobierno eleva el crecimiento previsto desde el 3% al 3,1%.
El plan está realizado con un escenario macroeconómico y fiscal para 2017 y 2018 a "política constante", es decir, sin incorporar nuevas medidas de política económica. Según el Ejecutivo, las nuevas previsiones incorporan "una ligera desaceleración económica en línea con lo que anticipan los principales organismos nacionales e internacionales, pero también tienen en cuenta una ligera contención de la demanda interna, resultado del impacto negativo que está provocando en la economía la incertidumbre derivada de la actual situación política en Cataluña".
La demanda nacional se mantendrá en 2018 como principal motor de crecimiento de la economía, con una aportación de 1,8 puntos porcentuales, mientras que la aportación de la demanda externa al crecimiento será de 0,5 puntos porcentuales.
El objetivo de déficit presupuestario para 2018 aumenta una décima, hasta el 2,3% del PIB, mientras que se mantiene en el 3,1% su pronóstico para este ejercicio. El texto prevé un crecimiento del empleo equivalente a tiempo completo del 2,9% en 2017 y del 2,4% en 2018. La tasa de paro está previsto que se reduzca en 2017 hasta situarse en el 17,2% de la población activa, mientras que en 2018 bajará hasta el 15,5%.
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