Una investigación del Joint Research Centre ha detectado que la mayoría de la canela que se comercializa en la Unión Europea es fraudulenta o nociva para la salud.
El organismo ha analizado más de un centenar de muestras procedentes de la Unión Europea, Reino Unido, Serbia y Sri Lanka (antiguamente Ceilán).
El análisis ha desvelado que un 66% de la canela analizada incumple la normativa de calidad o la legislación de seguridad alimentaria.
Esto implica que presentan indicios de fraude e incluso en algunos casos superan los límites legales de sustancias potencialmente tóxicas como la cumarina, que puede ser perjudicial para el hígado.
¿Qué quiere decir que la canela es fraudulenta?
Existen diferentes tipos de canela, cada una con unos beneficios o propiedades diferentes. La investigación del JRC ha detectado que alrededor del 9% de las muestras señaladas como canela de Ceilán fueron sustituidas total o parcialmente por canela de Cassia.
Este tipo de canela es "una alternativa más barata y de menor calidad, con sabor más fuerte y que contiene cumarina de forma natural", han detallado desde la propia organización.
Aunque la cumarina es una sustancia natural, si se superan determinadas cantidades puede afectar al hígado.
"Este es un problema ya conocido y que pone de relieve que, desde 2022, poco ha cambiado en cuanto a la situación de las especias. Ya en 2022 la Comisión Europea hizo un estudio similar para otro tipo de especias, como son la pimienta, el comino o la cúrcuma, el azafrán o el pimentón que ponían en evidencia un importante nivel de fraude en este tipo de producto",ha recordado Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Además de la mezcla con canela de Cassia, la investigación ha descubierto más tipos de fraude como la sustitución de la corteza por otras partes de la canela, como raíces, hojas y flores.
¿Qué peligros para la salud ha detectado el análisis?
Se ha descubierto que una gran cantidad de las muestras investigadas presentaban una elevada cantidad de plomo. Casi el 10% de la canela analizada.
En cuanto a la cumarina mencionada antes, se ha detectado que casi el 30% de las muestras presentaban cantidades excesivas, lo que podría perjudicar gravemente la salud. El consumo elevado de alimentos con plomo puede provocar daños irreversibles en el sistema nervioso central, retrasos en el desarrollo, problemas en los riñones, anemia, hipertensión e incluso afectar la salud reproductiva.
Tanto la UE como la OCU han instado a los Gobiernos a reforzar los controles en la canela y a establecer valores límites para los diferentes componentes de dicha especia, pues es una de las más empleadas en gastronomía.
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