Bruselas plantea extender la excepción ibérica con un tope al gas más alto

Hoy se está celebrando una cumbre europea de los ministros de Energía para abordar, entre otras cuestiones, la crisis energética actual y plantear soluciones.

Hoy se celebra en Luxemburgo un Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía (Energía) #TTE en el que se tratará:

🎯 Eficiencia energética de los edificios.
🎯 Paquete de medidas sobre el gas.
🎯 Mercados interiores del gas natural y los gases renovables y del hidrógeno. pic.twitter.com/srYVRyZWIu

— Hablamos de Europa (@HablamosdEuropa) October 25, 2022

La Comisión Europea ha abogado por extender la excepción ibérica, mecanismo que se aprobó para España y Portugal hace unos meses, con el que se topaba el precio máximo del gas.

"Ahora el mecanismo ibérico no aplica porque el precio está por debajo del tope. Pero cuando suba, los consumidores españoles y portugueses están protegidos. Esto es lo que desean aplicar otros Estados miembros"

▶️ VP @TeresaRibera desde el Consejo de Energía 🇪🇺 en Luxemburgo pic.twitter.com/cL9QVxje9B

— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) October 25, 2022

En el caso de la Península Ibérica, el precio máximo se fijó en 50 euros, lo que ha permitido que la factura eléctrica en ambos países no se haya disparado como ya ocurrió meses atrás. Por ello Bruselas ha planteado extender este mecanismo al resto del mercado europeo, aunque con un tope más alto.

Desde la CE han hablado de que el precio máximo del gas esté entre los 100 y los 120 euros el megavatio hora, más del doble que el que se aprobó para España y Portugal.

Reducir el precio sin incrementar demasiado el consumo de gas

Sobre por qué un tope más alto, la CE ha explicado que consideran adecuado fijar un precio máximo lo suficientemente "alto" como para que "la energía a gas no se vuelva más atractiva", es decir, que no provoque un aumento excesivo de la demanda en detrimento de otras fuentes más sostenibles.

El resultado deseado es un "equilibrio" entre un precio contenido y una demanda adecuada, que no se dispare ninguno de estos factores, pues la UE sigue apostando por el tránsito hacia energías más renovables y alternativas al gas y al petróleo.

Además, aunque se están buscando alternativas y otros proveedores diferentes de Rusia, el país de Putin sigue siendo el principal proveedor, por lo que un aumento excesivo del consumo en plena guerra de Ucrania y crisis energética puede volver más dependiente a la Eurozona.

Aunque el coste para cada país y sus habitantes dependerá de su dependencia del gas, pues en regiones como Alemania o Países Bajos, con muchas centrales de gas para producir electricidad, el precio será mayor que en otros. En las zonas menos dependientes en este sentido, el mecanismo ayudaría a reducir más los precios.

Un factor importante y que provoca ciertas divisiones o dudas sobre este mecanismo.