El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha aprobado este jueves 22 nuevos asentamientos israelíes en Cisjordania, se trata de la mayor expansión desde 1993. El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, ha afirmado que la aprobación de estos nuevos asentamientos, que son ilegales según el derecho internacional, tiene el propósito de imposibilitar todavía más la creación de un Estado palestino.
Israel, inflexible en sus intenciones, ha dicho que estas nuevas colonias ilegales son una "declaración clara sobre el futuro del país", el cual piensa que está amenazado por las familias palestinas que viven en Cisjordania: "[Se trata] de una medida estratégica que impide la creación de un Estado palestino que pondría en peligro a Israel".
Katz, en un comunicado, ha llamado a esta decisión como "histórica" y ha hecho referencia al derecho divino, diciendo que el establecimiento de dichos asentamientos en "Judea y Samaria (nombre bíblico con el que el Gobierno israelí se refiere a la Cisjordania ocupada) refuerza nuestro control sobre la zona, consolida nuestro derecho histórico a la Tierra de Israel y constituye una firme respuesta al terrorismo palestino que busca delimitar y dañar los asentamientos".
Dentro de estos 22 asentamientos aprobados por el Gobierno de Netanyahu se ha metido el restablecimiento de Homesh y Sha-Nur, dos antiguas colonias ilegales cerca de la ciudad palestina de Nablus (al norte de Cisjordania) que habían sido evacuadas en 2005, así como 4 nuevos asentamientos ilegales a lo largo de la frontera con Jordania y otros dispersos por toda Cisjordania.
El ministro de Finanzas, el extremista Bezalel Smotrich, ha manifestado en el comunicado junto a su colega Katz que estamos ante "un gran día para los asentamientos" y "un día importante para el Estado de Israel".
Hamás solicita frenar los "intentos de liquidar la causa palestina"
El grupo islamista Hamás se ha mostrado indignado por la aprobación de los 22 nuevos asentamientos y ha solicitado a la ONU y a la comunidad internacional que tomen "medidas urgentes" para parar los "intentos de liquidar la causa palestina".
"Llamamos a la ONU y a la comunidad internacional para que tomen medidas urgentes que vayan más allá de la condena formal e incluyan medidas prácticas y disuasorias para hacer frente a los intentos de liquidar la causa palestina y poner fin a las políticas de anexión y expansión de asentamientos, que constituyen un crimen de guerra y una continua limpieza étnica", ha criticado Hamás en un comunicado.
El grupo, que gobierna en la Franja, ha dicho que esta decisión es un "flagrante desafío a la voluntad internacional y una grave violación del derecho internacional y las resoluciones de la ONU". Además, ha pedido a los palestinos que "intensifiquen la confrontación en todos los ámbitos" y enfrenten a los colonos "con todos los medios legítimos" para defender su tierra.
Los asentamientos, ilegales de acuerdo con el derecho internacional
El artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra asegura que cualquier asentamiento en territorio militarmente ocupado es ilegal. Es lo que pasa en Cisjordania desde la Guerra de los Seis Días (1967), cuando Israel se quedó con este trozo de tierra palestina.
Sin embargo, Tel Aviv ha legalizado estas colonias como política de Estado y las fuerzas de seguridad israelíes protegen a los colonos que se llegan a instalar por propia voluntad en simples contenedores o estructuras precarias, con servicios de agua y electricidad garantizados.