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La tecnología puede ayudar a construir un futuro saludable

La tecnología puede ayudar a construir un futuro saludable

Uno de los pilares fundamentales de la humanidad, y que sigue avanzando tanto o más que la misma, son los avances en el marco tecnológico aplicados a cualquier campo necesario. Podemos hablar de la evolución que la tecnología ha provocado en medios de transporte, que ya no sólo nos han permitido desplazarnos por todos los rincones de cada continente que conforma la Tierra, sino también, de la que nos ha llevado a la creación, cada vez más sofisticada, de naves que nos permiten visitar y conocer otros mundos en el espacio exterior. También, los pasos de gigante logrados en el panorama social, con la interacción global constante de mensajes entre personas de cualquier parte del planeta. Ya no importan ni el cómo, ni el dónde, ni el cuándo. Las barreras fronterizas han desaparecido y estar conectados con lo que sucede alrededor del mundo es más que una realidad palpable en todos los sentidos. Y, del mismo modo, es imposible negar el salto cualitativo que ha realizado el campo sanitario con la inclusión de todas estas nuevas tecnologías las cuales, día a día, permiten a miles de millones de personas poder seguir disfrutando del bienestar que merecen y de una alargada esperanza de vida.

Las nuevas tecnologías juegan un papel de vital importancia en la gestión sanitaria, y su aplicación al campo de la salud, previa a investigación constante y contrastada, sostiene las bases de un progreso de dimensiones inconmensurables, que ofrece nuevos enfoques y retos a los profesionales médicos, y verdaderas oportunidades de vida para sus pacientes; algo de lo que podemos seguir aprendiendo en Tenga Salud.

Beneficios de la tecnología en la salud

El I+D llevado a cabo por la humanidad a lo largo de la historia en el campo médico ha aportado un conocimiento de valor incalculable a las ciencias sanitarias que nos están ayudando a construir un futuro mucho más saludable. La digitalización de todos los trámites, resultados e historias médicas; la precisión de los diagnósticos clínicos; los avances quirúrgicos en cualquier especialidad… Las tecnologías médicas son un referente y una realidad que salva vidas, mejora nuestra salud y, en muchos casos, contribuye a una sanidad con una capacidad de sostenibilidad mayor.

¿Alguna vez habéis pensado en la cantidad de beneficios que tiene la aplicación de la tecnología en la salud? Aunque pueda parecer un terreno únicamente apto para especialistas, la verdad es que no se puede negar la asombrosidad de ésta e, inevitablemente, debemos velar porque así sea durante mucho tiempo, para seguir avanzando y construyendo un futuro asentado en las bases del bienestar y el progreso.

Uno de los mayores beneficios de la aplicación tecnológica es la transversalidad que ha permitido el desarrollo médico y que es una de las grandes características del futuro de la medicina. La suma de experiencias en el sector permite avances, que mezclados con el intercambio de estas ideas, produce mejoras. La combinación de procedimientos y técnicas puede dar lugar a innovaciones únicas que cambien vidas y su correcta aplicación –tras los necesarios pasos previos de certificación de las mismas- puede suponer la supervivencia del paciente de hoy y, por supuesto, la del paciente de mañana, con mayor seguridad.

El futuro saludable

La tecnología aplicada al mundo médico ha realizado un dilatado recorrido a lo largo de su existencia, si bien quizás los logros más notables se han producido en un corto espacio temporal, en la era más moderna de la humanidad. Las nuevas tecnologías desarrolladas y puestas en manos de los profesionales del sector, precisamente, son las herramientas más poderosas que van a permitir al paciente contar con una medicina de excelencia, encontrar el médico adecuado para cada caso, facilitar el desempeño de pruebas con mayor rigor y precisión y suponer el salto de calidad que resta para no dejar nunca de velar por la mejora en la salud de los pacientes.

La constante evolución tecnológica nos ha ayudado a recibir asistencia con mucha más diligencia, a disponer de equipos médicos fiables y precisos, a superar en un plazo más corto de tiempo enfermedades y procesos de recuperación insospechables hace apenas unas décadas, o a traer nueva vida a este mundo con plenas y totales garantías sin poner en riesgo la salud de ninguno de los actores que juegan un papel vital.

La necesidad imperiosa del progreso tecnológico en el marco sanitario es, sencillamente, indispensable. De la correcta aplicación de todos estos avances depende la supervivencia de la especie. Sobrevivir y vivir con garantías válidas, gracias a disfrutar de una salud de hierro, es el bien más preciado al que nunca llegaremos, porque como dicen quienes saben: “la mayor lotería es tener salud”. La tecnología médica seguirá avanzando y nosotros con ella, así lograremos sentar las bases de un futuro saludable en el que todos debemos cooperar y ayudar para que así sea.

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