Feria de Albacete: Manzanares triunfa y Cayetano se la juega

Un desafío falso de dos hierros comerciales, de los que exigen las figuras, cuya competencia es nula y que sonaba más a que cada ganadero sólo tenía tres bicornes con la presencia exigida en Albacete, que fue en lo único en que cumplieron mínimamente. Por cierto que este miércoles se anuncia otro pomposo y falso desafío ¿…? con bicornes de Samuel Flores y Domingo Hernández. ¡Ea!.

Volviendo al ‘desafío’ de este martes, aconteció lo que se esperaba, tanto en el comportamiento anodino de los bureles, que ni siquiera salvó el punto de codicia del quinto, como de los coletudos. Así, Manzanares, que aplicó en grado máximo el toreo a distancia -o teletoreo- sin fuste y sin limpieza en su primero, se gustó en ese quinto.

Es verdad que lo embebió en la muletaza, de tamaño inconmensurable, en series ligadas de estéticos redondos, casi siempre con el pico, nunca rematados detrás de la cadera, y con algo menos de ventajismo que en el anterior, sin pasarse, ¿eh?, sin pasarse. Con menos enjundia al natural, sí es menester algún trincherazo y destacar sus mandones pases de pecho muy marcados al hombro contrario y que la estocada honda tuvo rápidos efectos para que el público, ya entregado, pidiese y obtuviese el doble trofeo.

De mayor intensidad y valor fue la tarde de Cayetano, que se fajó con el tercero, que dentro de su nobleza tiraba derrotes. Fue una labor correcta que no merecía música, por lo que al finalizarla el espada le hizo un feo y maleducado gesto a la banda. Aún le echó más bemoles en el último, con el que inició la faena sentado en el estribo y luego de hinojos con los pitones rozándole la chaquetilla.

Llegaron después un par de ajustadas y reposadas tandas por la derecha -también con toda justicia la música de la excelente banda Ciudad de Albacete y su serio director Alberto Nevado- antes de que el animal se acabara casi de repente y Cayetano volviera a pisarle sus terrenos en un encimismo sin trampa ni cartón.

También hizo el paseíllo El Fandi que derrochó sus facultades físicas jugueteando con los toros en banderillas -casi siempre a cabeza pasada- y pidiendo al público más aplausos que un rejoneador. Después, como había acontecido cn el percal, los molió en abundantes y feas suertes -o desgracias, elija el lecto- por acá y acullá.

FICHA

Toros de VICTORIANO DEL RÍO, 1º, 5º y 6º; y el resto de JUAN PEDRO DOMECQ, bien aunque desigualmente presentados, nobles y flojos. EL FANDI: ovación; ovación. JOSÉ MARI MANZANARES: palmas; dos orejas. Salió a hombros. CAYETANO: ovación; oreja. Plaza de Albacete, 13 de septiembre, 6ª de Feria. Más de tres cuartos de entrada.