www.diariocritico.com

La polifacética creadora, satisfecha de su público minoritario y fiel al que gusta su trabajo

Mara Aranda: 'Soy una parte útil en la cadena de transmisión de una información musical legada y de la que somos custodios'
Ampliar

Mara Aranda: "Soy una parte útil en la cadena de transmisión de una información musical legada y de la que somos custodios"

Celebra sus tres décadas de actividades, que incluyen premios nacionales e internacionales en la investigación y la creación musical, con su nuevo disco 'Trobairitz'

viernes 10 de julio de 2020, 20:06h
Grande entre las grandes. Primus inter pares. Fiel a sus principios, y no sólo los musicales. Todo un ejemplo por sus trabajos de investigación, creación y conservación de las más variadas músicas históricas, la valenciana Mara Aranda, la indudable voz del Mediterráneo, no se cansa, por fortuna para la cultura de este país. Y ahora, tres décadas después, este maravilloso y sencillo personaje -como se muestra en el título de la entrevista- saca nuevo álbum, Trobairitz (vídeo). De él y de muchas otras interesantes cuestiones nos habla en esta entrevista.

'Trovadora del siglo XXI', 'dama del Mediterráneo', 'La voz antigua del Mediterráneo' , ‘la voz valenciana más internacional’, ‘la aquilatada voz valenciana’…muchos títulos se han dicho de ti. Con cuál de ellos te quedas tú, con cuál te sientes más identificada.

- Leí no hace mucho una frase: ‘un hombre vive a lo largo de su vida muchas vidas’ y creo que conecta muy bien con la pregunta. Uno no es una entidad física por un lado y por otro psíquica, espiritual o energética, como quieran llamar a esa ‘otra parte’ que nos configura como seres humanos, que sea inmutable. Todo lo que está vivo tiene movimiento, aunque este sea imperceptible. El hombre es él y su circunstancia. Como él’ podríamos considerar aquello que trae de manera connatural, desde su nacimiento: una genética y una carcasa material, un cuerpo. La circunstancia es lo adquirido a posteriori en base a su interacción con otros y con el medio.La circunstancia modifica al hombre y viceversa, somos como vasos comunicantes en todos los espectros de la realidad. No hay ningún contacto que no deje la impronta entre los integrantes de ese contacto. Por tanto necesariamente hay un baile de componentes que van cambiando, superponiéndose, jugando entre ellos hasta que uno se configura en lo que se identifica y va cerrando los poros, se vuelve más impermeable, más duro. Ya no se sintoniza a tan gran escala con la realidad exterior y las circunstancias de otros en el sentido de tomar información consciente o inconscientemente. Así que me siento identificada con esas otras personas que he sido ‘en otras vidas’ y que han dado como resultado la que ahora habla y se expresa. De todas esas maneras de aproximarse a la asignatura: música tradicional, folk, medieval, antigua, cantautores, clásica, ‘del Mediterráneo’he tomado referencias y he hecho mis prácticas unas veces porque la vida me ha llevado a ello (como en el terreno de la worldmusic), no porque haya sido deliberadamente buscado, y otras porque perseguía expresamente esa sonoridad (la música medieval).

- Tus últimos discos Sefarad en el corazón de Marruecos y Sefarad en el corazón de Turquíafueron ‘mejor disco europeo’ en los años respectivos de sus lanzamientos, títulos que nunca antes había ostentado ningún grupo español. Pasas de la tradición ‘sefardita’ en la que estás considerada como una referente a nivel mundial (inauguración el instituto cervantes en Peking, concierto en Vijecnica en Sarajevo, gira europea para conmemorar la entrada de judíos españoles en el Antiguo Imperio Otomano en las embajadas españolas…) a la grabación de un disco dedicado a las Trobairitz. De nuevo otro salto de longitud y altura…

- Pues sí, un salto, realmente…casi al vacío. Respecto a la tradición sefardí, efectivamente hay dos discos grabados, parte de una pentalogía sonora que voy completando en el tiempo. Faltarán tres discos más que dedicaré a Grecia, Bulgaria y antigua Yugoslavia que saldrán en años consecutivos. Este año probablemente a finales vea la luz el de Grecia. Y el salto es mayúsculo, visto desde fuera pero aquí en mi ‘cuartel general’ todo va realmente imbricado, con conexiones inextricables. Hace ya treinta años que los instrumentos tradicionales y medievales entraron en mi vida, primero en un sentido más anecdótico, para dar otra coloración a las composiciones en las que trabajaba. Pero después de empezar a definir más mi trayectoria, enfocándome en el campo musical que me interesaba que era la música medieval y judeo-espanyola (romancero, koplas, kantikas) entró en el tablero de juego de mi vida profesional y personal una persona a la que debo muchísimo que es Jota Martínez. Él venía ya de un trabajo en torno a la música medieval de la mano de grupos como Axivil con Felipe Sánchez o con Eduardo Paniagua, a los que admiramos muchísimo y el mundo de la música debe tanto, y había iniciado un proceso de investigación y estudio para la reconstrucción organológica de los instrumentos medievales españoles que se encuentran en la arquitectura románica y gótica y también en las miniaturas de los códices fundamentalmente. Aunamos esfuerzos y dedicamos a partir de ese momento toda nuestra intención, atención y recursos a trabajar en esa recuperación que desde la piedra de esas esculturas y con la construcción del lutier especializado y los estudios de Jota Martínez vuelven a poner en circulación esos instrumentos musicales para dar cometido a la función para la que fueron creados: sonar. Hoy en día la colección está compuesta por algo más de 150 instrumentos musicales medievales.Con ellos en parte nos acompañamos en el disco dedicado a las Trobairitz: arpa, cítola, rota, viola…

- Este año se cumplen 3 décadas desde tu primer concierto y lo haces con este nuevo disco Trobairitz ,mantenerse durante 30 años viviendo solamente de tu actividad concertística cómo se consigue? Cuál es la fórmula?

- La fórmula es realmente un gran ejercicio de fondo, de resistencia y de optimizar y racionalizar tiempo y recursos. Hay que estar preparado para una travesía no exentade dificultades y turbulencias. Mi vida como intérprete que no ha servido a ningún señor es como antaño cuando los labradores tenían que salir cada día a la plaza a buscar trabajo para el día siguiente. Mi libertad ha sido total, me he sentido una afortunada por poder ser consciente de que aun conservamos esas alas de las que queda una impronta física en nuestros cuerpos, pero la libertad también tiene un precio: el vivir en la cuerda floja, el no saber qué sucederá dentro de una semana, el tener que aprender a gestionar muy bien los recursos disponibles para maximizar los resultados. Creo que la combinación de honestidad, una propuesta coherente y la capacidad de plegarse a las circunstancias sin perder la esencia ni el propósito es la clave.

- Y los medios de comunicación y el público han estado de tu parte estas tres décadas demostrándote amor incondicional por la lista de premios y reconocimientos concedidos desde los inicios de tu carrera…

- Los medios especializados siempre han dado soporte a mis trabajos. De hecho los 4 últimos álbumes publicados han sido todos galardonados como ‘mejores discos’ en los años respectivos de su lanzamiento. Por otro lado, ha habido un público minoritario, pero muy fiel, que ha tenido en mucha consideración mi trabajo. Son sobre todo académicos, historiadores, profesores, filólogos, antropólogos, investigadores, lingüistas y también público exigente, con buen oído, que no se conforma con cualquier estímulo sonoro que les brinde un soporte fonográfico. Mis discos se hacen con un trabajo de estudio extremo y más cuando están referidos a repertorios históricos. El penúltimo de ellos, prologado por el catedrático de historia José Hinojosa por la univ. de Alicante, además premio Samuel Toledano por su libro ‘La judería de Valencia en la Edad Media’, con más de 150 publicaciones y 40 libros dedicados a la historia medieval. Por otro lado la etnomusicóloga Susana Weich, medalla al mérito civil, la más alta distinción que el rey otorga a un civil en 2017, prologó la parte musical del libreto de casi 100 páginas que acompaña al disco. Y por último Esther Bendahan, de la casa Israel-Sefarad nos introdujo en las vivencias de su familia, de origen sefardita de Marruecos. Para recabar información hice un viaje de dos semanas de estudio a Jerusalén donde se encuentra la librería fonográfica más grande del mundo, para hacer una cuidada selección del material de los próximos discos y ampliar el repertorio repetido hasta la saciedad de canciones sefardíes que unos a otros grupos van copiando, incluso en sus arreglos. Estos medios especializados, estos directores de radios europeas o medios de comunicación que también han dado cancha a estos trabajos no premian unas canciones bonitas sino una trayectoria basada en esa parte que no se ve en un concierto de una hora sobre un escenario y que son todos esos años de estudio e investigación, esa consagración a la cultura y a su transmisión que no está diseñada para obtener unos beneficios, sino que está fundamentada en base a la vocación y coherencia.

- Quienes eran las trobairitz a las que dedicas tu disco?

-Cantautoras de la Edad Media, un período que abarca centurias. Ellas tienen principalmente su producción entre los siglos XI y XIII, al igual que los trovadores. Ambos son generalmente de alto estrato social: papas, reyes, duques, señores feudales, reinas… sus composiciones están adscritas a la corriente del momento que supone una auténtica revolución que es lo que se conoce como fin’amors o amor cortés en el que se extrapolan los valores e ideales feudales al terreno del amor.

- Rosa María Granda, Profesora Titular de Lingüística románica ha prologado tu disco en la que hace una revisión muy interesante de todo este concepto de idealización de la mujer por parte de los trovadores. Es una idealización mutua?...las trovadoras también tienen la misma mirada hacia aquellos a los que dedican sus versos?

- Pues es curioso que no solamente dediquen sus versos a hombres sino también a mujeres. Hay un caso conservado, una canso de Bieris de R. en el que se supone que es un poema homosexual, de amor dedicado de una mujer a otra mujer. También comentar que sí que se ven diferencias en cuanto a la manera de referirse los unos a los otros.El trovador busca ser un amante digno de la dama a la que dirige sus versos que suele ser una dama que ocupa un lugar de privilegio en la sociedad, la dama de su señor por ejemplo, desde una perspectiva interesada en la consecución de beneficios sociales o de otro tipo, ganarse el favor de algún protector en la edad media podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte, la suerte o el infortunio. Las mujeres en cambio se dirigen a aquellos o aquellas a las que dedican sus composiciones en un tono osado, poco edulcorado, presentando de una manera incluso descarada sus más íntimos sentimientos como el hecho de ‘preferir al amante en lugar del marido’

-Además de tu actividad concertística has dedicado parte de tu tiempo a la aplicación de la música en la salud. Explícanos un poco en qué consiste tu trabajo en ese terreno.

- Han sido formaciones paralelas a lo largo de mi vida. Estudié Medicina Tradicional China cuatro años en la escuela Neijing, y después dos de especialización. Más tarde hice varios cursos y me especialicé en terapias a través del sonido, no solamente para cantantes o personas que utilizan la voz como herramienta de trabajo: locutores, profesores, etc. sino para tratar cualquier patología desde el sonido como elemento restaurador del desequilibrio entre pensamiento, sentimiento y acción, entre nuestra parte mental, emocional y fisiológica.

- ¿Cómo se siente cuando le dicen que es una de las grandes referencias en España de la música histórica?

-Pues me halaga, pero me hace una inmerecida justicia. He interpretado música medieval, sefardí y antigua pero mis trabajos siempre se han respaldado en etnomusicólogos, académicos, que son los auténticos artífices de las investigaciones en las que me referencio para dar origen a mis trabajos. Me considero una persona aplicada en el estudio eso sí. Hacer de cualquier manera las cosas, en este caso la música, no es mi modus operandi. Hay un gran respeto por todo lo que estos cantos representan, sobretodo cuando no son de mi propia cosecha. Veo generaciones enteras de hombres y mujeres que llevaron en el adn de su alma estas informaciones tan valiosas, custodiadas como algo sagrado, hasta que han llegado a nuestras manos. Me considero una parte útil simplemente en esa cadena de transmisión de una información que no nos pertenece, que nos ha sido legada y de la que somos custodios hasta que la depositamos en nuevos depositarios.

- Qué aconsejaría a aquellas y aquellos que quieran dedicarse profesionalmente a la música, a la interpretación de la música medieval?

-Después de treinta años tengo una fijación terrible en derribar el muro de ignorancia, de intolerancia, de prepotencia, falta de empatía, compasión y ética que tienen ciertas instituciones y entidades, ciertos estamentos en la sociedad, eso a un nivel. Pero soy consciente de que es una batalla perdida a corto plazo. En otro, en el plano individual, para todas y todos aquellos que sienten una pulsión, un deseo de acercarse a la música medieval, mi primer y mejor consejo es que estudien. Yo abandoné muy tempranamente mis estudios porque mi carrera profesional despegó muy pronto y mi actividad concertística no era compatible. Después me fui formando en academias privadas de música bizantina, de música turca, griega, música judeoespañola, con profesores particulares. Pero no tuvo la continuidad ni la coherencia que demandan estos tiempos donde la titulación prima por sobre cualquier otro tipo de cualificación. Hay que adaptarse al medio en el que uno se mueve. Y así están las cosas en este punto del globo y del tiempo en este momento. La inspiración está muy bien, es indispensable la propiocepción, la introspección, el ejercicio de autoconsciencia, la creatividad para ejercer desde el plano de lo inmaterial nuestro hacer, pero también tenemos el recurso de la partitura que ofrece a ese otro hemisferio de nuestro cerebro que nos completa la posibilidad de desarrollarnos en toda nuestra potencialidad sumando los dos vectores. Estudien, estudien…y cuando se cansen de estudiar, sigan estudiando…sin dejar de respirar.

- ¿Se puede acercar este estilo de música a los jóvenes?

-Para mí mi labor es de una tremenda responsabilidad con la sociedad e implica dar testimonio de unas tradiciones que necesitan encontrar urgentemente manos que agarren el testigo. No olvidemos que tradición viene del verbo latino tradere, que significa entregar. Por tanto, en los últimos años, también me he centrado mucho en llevar la música y los instrumentos musicales de la época (medievo) a los colegios, institutos, universidades…a los centros educativos en general para que el alumnado conozca esos instrumentos que se tocaban en la Edad Media. Todos los instrumentos musicales del siglo XXI tienen sus antecesores y una historia que contar y si el hombre va borrando su historia jamás aprende de ella. Se convierte en una máquina útil al sistema, como si nos programaran el día que nacimos y como mucho nos permitieran un vínculo y un recuerdo que llega hasta los padres y abuelos, del resto de sus árboles familiares podrían decir poca cosa. La memoria es lo que nos diferencia y nos hace individuos, no masas informes, ejércitos de números vacíos preparados para obedecer órdenes.Así que parte de la colección que junto a Jota Martínez hace algunos años empezó a rescatar de las portadas de catedrales e iglesias, sobre todo románicas, esos instrumentos que portan esculpidos en la piedra, los músicos que los tañen, o en pergaminos u otros soportes, los exponemos y hacemos con ellos conferencias, conciertos y les hacemos retroceder en un viaje por el tiempo centurias atrás y les contamos las historias de la Historia, desde el punto de vista de alguien que no quiere perder ni ganar, de manera imparcial puesto que los libros de historia precisamente los escriben los vencedores y está ‘trucada’. No es un elemento útil para aprender de ella, está manipulada. Solamente hay que mirar los libros de texto de las escuelas de 2018 y los de hace 50 o 60 años. A partir de ahí pueden hacer cálculos de cómo funciona el tema de la historia y lo fácil que es manipular a una generación, una sociedad, el mundo.De la labor de recuperación de estos instrumentos musicales Jota Martínez editó en 2017 un libro interesantísimo que va por su segunda edición http://editorialcirculorojo.com/instrumentos-musicales-de-la-tradicion-medieval-espanola/

- Tras más de un cuarto de siglo en la música, ¿con que se queda especialmente de aquello vivido?

-Con el silencio.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios