La ley del más burro
lunes 17 de noviembre de 2008, 18:48h
Las palizas que dan los porteros de discoteca, ni siquiera podrían calificarse como demostración de la ley del más fuerte que imperó en el lejano oeste. Allí, al menos, se medían de tú a tú y con riesgo para el que se ponía chulo. Aqui los matones solo son carne de gimnasio con esteroides, que se plantan en la puerta de un local a decidir quién entra y quién no, a quién le zurran y a quien le perdonan la vida.
Imponen la ley del más burro y, por mucho pinganillo que lleven en la oreja para aparentar que están a la última en seguridad y nuevas tecnologías, no superarían un test de inteligencia de nivel mínimo para acceder a un puesto de trabajo como levantadores de piedras.
Parece que ahora se han caído del guindo - nunca es tarde- algunas autoridades que han cerrado la discoteca “El Balcón de Rosales” sobre la que pesaban decenas de denuncias y donde hace un par de días unos bestias de portería le dieron una “golpiza hasta matarlo” a un joven llamado Álvaro Ussía.
Hasta ahora han muerto a manos de matones a sueldo y con seguridad social no pocos jóvenes, muchos de ellos inmigrantes. Ojalá que a partir de ahora cierren todos los locales en los que se contrata a este tipo de bestias humanas.