La desaceleración de las presiones sobre los precios que ayer mostró el dato de inflación de agosto en EE.UU. parece apoyar la creencia del presidente de la Fed de que la alta inflación es transitoria. La inflación subyacente subió un 0,1%. Se trata de la menor alza desde febrero, tras el aumento del 0,3% en julio, lo que sugiere que la inflación podría haber tocado techo pero que se podría mantener alta en medio de las persistentes restricciones de oferta. Las previsiones apuntaban que el IPC subyacente aumentaría un 0,3%. En los 12 meses hasta agosto, el aumento es de un 4,0% después de avanzar un 4,3% en los 12 meses hasta julio. El IPC general subió un 0,3%, el menor aumento desde enero, tras el 0,5% registrado en julio.
Aunque el dato ha sido más débil de lo esperado no es suficiente como para que los mercados rebajen las expectativas de que en noviembre la Fed presente planes para comenzar a reducir su masivo programa mensual de compra de bonos. La inflación sigue siendo preocupantemente fuerte, aunque es verdad que está rebajando su ritmo de aumento de principios de año. No obstante, si en los próximos meses se siguen registrando menores tasas esto debería rebajar la presión sobre la Fed y le daría un respiro mientras se prepara para reducir sus tenencias de bonos y decidir cuándo comenzar a subir los tipos de interés.