Las ventas minoristas en Estados Unidos repuntaron un 0,6% en junio, superando las expectativas y señalando una recuperación económica que podría retrasar los recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Este crecimiento contrasta con la caída del 0,9 % registrada en mayo, que se vio influenciada en parte por el incremento de precios ocasionado por los aranceles. Aunque algunos sectores que engloban productos para el hogar, como muebles y electrodomésticos, registraron caídas, las ventas de automóviles, ropa y artículos deportivos aumentaron, lo que sugiere que los consumidores están adelantando compras ante el temor de una posible mayor inflación. Además, se observó una disminución en las solicitudes de subsidio por desempleo, reforzando la percepción de un mercado laboral más estable. Este conjunto de datos refleja un panorama económico que mantiene la confianza del consumidor y podría influir en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal en los próximos meses.
En paralelo, la Reserva Federal enfrenta presiones políticas sin precedentes. El presidente estadounidense ha cuestionado repetidamente al presidente de la FED por no recortar los tipos, incluso insinuando su posible destitución. Aunque los mercados han reaccionado con sorprendente calma ante esta presión, el riesgo de una pérdida de credibilidad institucional persiste. La inflación ha superado el 2 % durante años, y un posible reemplazo del actual presidente por alguien más alineado con el presidente estadounidense podría consolidar una política monetaria más laxa.