Nico Williams e Iñaki Williams han ocupado las páginas deportivas en los últimos días por las últimas declaraciones del mayor sobre el calvario sufrido por el menor en su 'no fichaje' por el Barça.
Este miércoles, sin embargo, el apellido de los futbolistas copa la última hora de la información de tribunales, pues ambos deberán comparecer ante la Justicia en calidad de investigados por un presunto delito de apropiación indebida de un vehículo de alta gama valorado en 79.000 euros.
Así se ha conocido a partir de una querella a la que ha tenido acceso el diario 'ABC', en la que la juez Amaya Morea detalla la operación llevada a cabo por los 2 jugadores con "el propósito criminal de quedarse con el vehículo de la entidad querellante sin realizar contraprestación de ningún tipo".
La 'trama' se remonta a octubre de 2024 e involucra a la empresa Omnigestión 24 SLU -dedicada a la compraventa de vehículos-, que ha demandado a los futbolistas por una estafa que comienza, entonces, con el interés mostrado por Nico Williams en la compra de un Mercedes AMG E63 y la reunión mantenida entre el dueño de la empresa y un intermediario de la familia Williams: Houssni Talhaoui, también investigado.
Cómo sucedió todo
El primer paso fue, tras la reunión, la adquisición del vehículo en Bélgica por un montante de 77.000 euros realizada por la empresa. Cumplida su parte, sólo faltaba el pago por parte de Nico Williams, que ya había asumido los costes de matriculación en España. Ahí empiezan los 'problemas', pues los hermanos proponen, en vez del pago, la permuta por otro Mercedes, un CLA 45 que ya poseían.
Es en ese instante cuando comienza lo descrito por la jueza como un plan con "el propósito criminal de quedarse con el vehículo" en el texto al que tuvo acceso el medio ya mencionado.
Primero, dejaron probar el coche al empresario y le invitaron al palco del Athletic Club en un partido para estrechar lazos y "una vez ganada su confianza, ejecutaron su propósito criminal", detalla el texto.
Además, los hermanos pidieron realizar la transacción "a través de la figura de la compra venta simulada" y que el coche se pusiera a nombre de su tía, Mary Princie Fripomaah.
Con esa maniobra, el coche "podría ser transmitido con posterioridad a terceras personas impidiendo al querellante recuperar el vehículo o cobrar su valor equivalente a través de la interposición de acciones judiciales, ya que (…) Mary Princie, a diferencia de sus sobrinos, es del todo insolvente", explica el abogado de la empresa en dicha querella.
La estrategia parece clara, pero la estafa va más allá. A pesar de que los futbolistas aseguraron que tardarían varios días en entregar su vehículo en lo que llevaban a cabo el papeleo para el cambio de nombre, el empresario, confiado en la operación, cumplió su parte del trato y entregó el Mercedes AMG E63.
Desde entonces, "dejó de tener noticias de los querellados, quienes en ningún momento hicieron el cambio de titularidad ni, por ende, entregaron el vehículo a la mercantil querellante y, mucho menos, realizaron otro tipo de contraprestación por el Mercedes E63".
Los hermanos Williams están llamados a declarar el próximo 27 de enero ante un juzgado de instrucción de la localidad navarra de Aoiz por un caso en el que presuntamente se habrían hecho "a coste cero" con un "vehículo de alto valor económico", es decir, "un beneficio ilícito que es a conciencia del engaño provocado al querellante", determina el texto judicial.