No quiero ni pensar en que tenga visos de realidad la información publicada por una revista, en que se señala al CNI, el centro de inteligencia, como partícipe de una operación de acoso contra el recientemente fallecido magistrado del Tribunal Constitucional, García Calvo. Pero el caso es que el Partido Popular, a través de su portavoz, Soraya Saenz De Santamaría, ha emplazado a la vicepresidenta Teresa Fernández de la Vega para que aclare ante el pleno del Congreso si el CNI mantenía algun tipo de vigilancia o algún control sobre el magistrado García Calvo. Y una de dos, o el PP se ha metido en un lío inimaginable porque se está haciendo eco de un disparate o tiene una informaicón veraz, más allá de la que publicaba una revista, para poner en la picota al CNI y de paso al gobierno. Porque es evidente que si esa infromación fuera auténtica, entonces estaríamos ante un escandalo de consecuencias inimaginables.
Hay acusaciones que no se pueden hacer, salvo que se tengan pruebas muy sólidas, o al menos no las puede hacer el principal partido de la opsoición a no ser que quiera volver a hacer aquella oposición de los años duros de Aznar contra González. Como pone los pelos de punta la sola sospecha de que la pregunta de Saénz de Santamaría pueda tener algo detrás, el gobierno tiene la obligación de despejar de manera clara y rotunda cualquier duda. Aquí no caben aspavientos de damiselas ofendidas sino respuestas contundentes y, eso sí, si el PP está "patinando" entonces terminará de demostrar que en esta etapa es un partido del que los ciudadanos no se pueden fiar por irresponsables.
Sin duda se puede elaborar una película de "suspense" si uno deja volar la imaginación, es decir, si decide sospechar de las causas del fallecimiento de un magistrado que era especialmente beligerante con el gobierno y que abanderaba al sector que está en contra, por inconstitucional, del Estatuto catalán, o de otras leyes controvertidas impulsadas por el gobierno. Además, su fallecimiento deja al Tribunal Constitucional, que está altamente politizado, en situación de desventaja al sector conservador. Con todos estos ingredientes ya digo que se puede hacer una película de intriga, pero los políticos no están para dejar volar la imaginación sino para actuar responsablemente respondiendo a los intereses de los ciudadanos.
Sembrar sospechas sobre el CNI en un caos como éste ya digo que es cuanto menos inquietante, y que el PP tiene que fundamentar muy bien esas sospechas o pedir perdón y asumir responsabilidades. Para hacer oposición no vale todo, aunque en el pasado el PP hizo una oposición en que todo le valía con tal de destrozar al gobierno González para llegar ellos a la Moncloa. Esperemos que no estemos en un "revival" de aquella etapa. Lo que no vale es que los populares digan que ellos solo se han hecho eco de una información porque eso es tanto como tirar la piedra y esconder la mano, y eso, insisto, sería una irresponsabilidad imperdonable...