Garzón, el endemoniado

   Como alguno de los Reyes del pasado, de los que se estudian en los tomos de historia, al juez Garzón le han podido recaer alternativamente, o al mismo tiempo, calificativos como "el deseado" o "el endemoniado", según quien sea el "beneficiado" o el que dice sufrir la afrenta de la revisión de la historia. Porque de eso parece que hay mucho en la actitud del juez: pretende nada menos que quienes perdieron la guerra, y cuyos viejísimos huesos aún andan sepultados a la vera de los caminos y de viejas tapias, sean recuperados y acaso hasta indemnizados, que es lo que temen algunos: que esa recuperación histórica cueste dinero a los quebrantados tesoros públicos de nuestros días. Estamos contemplando el panorama de los unos contra los otros, y cómo la división interna se produce entre la propia clase jurídica, de abogados, magistrados y fiscales, o en las mismísimas familias de afectados, y hasta entre los familiares de quienes descansan juntos en alguna sierra perdida: Algunos García Lorca han mostrado su desacuerdo con que los huesos del poeta salgan a la luz, y en cambio, los herederos del también ejecutado maestro Dióscoro López han celebrado esta posibilidad...

   En fin, que no hay movimiento de Garzón, o en Garzón, que no suscite atenciones y, muy a menudo, disparidad de opiniones, y que excite algunos ánimos. No pocos se han hecho la misma pregunta estos días: ¿La iniciativa de Garzón cuenta con el beneplácito del Gobierno de Zapatero? El propio presidente ha señalado que le merece el mismo respeto la decisión del juez que la del fiscal. Y el coordinador portavoz de IU, Gaspar Llamazares, no ha podido menos que mostrar su asombro, de que el Gobierno apoye una tesis y la contraria... Desde luego, el PP se ha mostrado generalmente contrario, y no ha perdido el tiempo en volver a descalificar al juez de la Audiencia, de quien ya se sabe que está preparando el recurso anunciado por la fiscalía, y que ha convertido las diligencias previas en sumario para que el ministerio Público tenga que recurrir ante él mismo sin ningún plazo para resolver.

   Pero no es, ni mucho menos, la única razón para la discordia y para el debate de ahora mismo:  Siguen discutiendo expertos y profanos en si al juez Tirado se le debe retirar del juzgado que ejerce por el caso Mari Luz, sigue debatiéndose sobre la conveniencia de que el personaje Carlos Fabra deba entrar en prisión o tiene méritos para recibir una Orden de Jaime del Conquistador que reparte la Generalitat de Camps; se debate la oportunidad de que el mismo Camps mantenga la singular iniciativa de que en "su" comunidad se impartan clase de Educación para la Ciudadanía en inglés, se debate la salida depresión del ex alcalde Julián Muñoz y la conveniencia de que disfrute de la libertad sin haber devuelto un solo millón de los que robó, como se debate la doctrina papal o episcopal de quesea pecaminosa y nada santa la selección de embriones que pueden salvar vidas. O que un Gobierno pueda disponer "a su antojo" de 210 millones de dinero público para hacer aprobar los presupuestos del Estado para el año que viene. Definitivamente, el nuestro es un mundo de juicios alternativos y de permanente contradicción y disparidad de ideas...