Patxi López y el Gernikako Arbola

López ha ocupado esta mañana, en Bilbao, la tribuna que hace tres días recibió a la líder de UPD, Rosa Díez, y que la semana pasada ocuparon Antonio Basagoiti, candidato del PP vasco, o Unai Ziarreta, presidente y cabeza del cartel electoral de Eusko Alkartasuna. En la misma tribuna se le espera próximamente al candidato del PNV, Juan José Ibarretxe.

    El foro no es fácil, porque aunque el ambiente y el propósito del encuentro es propiciar la difusión y el intercambio de ideas proyectos y planteamientos, componen el auditorio una granada representación del mundo empresarial, social y cultural de la sociedad vasca.

    Y en este foro se ha presentado esta mañana, como decimos, un Patxi López tranquilo, resuelto y con propuestas que hacer al conjunto de la sociedad vasca. Un Patxi López que se sabe en estado de gracia, ya que en el País Vasco se viene arrastrando desde hace tiempo una sensación favorable al cambio político. Por eso López no ha desaprovechado la ocasión para presentar su proyecto, un proyecto integrador,- ha querido subrayar- abierto a todos los ciudadanos sin exclusiones y para cuyo consenso ha dicho estar dispuesto al diálogo con todos. Y de paso, como no podía ser de otra forma, ha puesto la llaga en uno de los puntos flacos de su principal opositor en estas elecciones, el candidato nacionalista, Juan José Ibarretxe, del que, precisamente, ha negado su capacidad para entenderse con los diferentes y sentenciar que “sólo habla con quién le da la razón”.

    López no ha ocultado que le sobra optimismo sobre los resultados del 1 de marzo próximo, y ha apostado por un gobierno monocolor que él mismo presidiría, dispuesto a pactos puntuales con el resto de formaciones políticas para sacar adelante los temas y leyes más importantes. Y en esta línea ha prometido un gobierno de los mejores, más capaces y mejor preparados para hacer frente a los grandes retos que tiene actualmente planteados el País Vasco, desde la crisis económica hasta la reforma estatutaria, que está dispuesto a abordar si hay voluntad política de todos, ha subrayado.

    Aunque inducido por una pregunta de los presentes, López no ha eludido tampoco el envite y ha anunciado que, si él es lehendakari, el himno que sonará en los actos oficiales que así lo requieren dejará de ser el actual Gora ta gora, para dejar paso al Gernikako Arbola. Lo dicho, no hay nada como tener el mejor estado de ánimo.

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