El geólogo Horacio Puigdomenech, es Profesor Titular Ordinario de la Cátedra de Geología Económica Departamento de Geología de la Universidad nacional de San Juan respondió las acusaciones que realizó el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel
Hace unos pocos días escribió una “carta abierta”, dirigida al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, en referencia al aporte de dinero a las universidades nacionales, proveniente de la Empresa minera YMAD, Yacimiento Minero Aguas de Dionisio, socia de Minera Alumbrera y propietaria del yacimiento de oro conocido como farallón Negro, ambos ubicados en la provincia de Catamarca.
El nobel hizo conocer su rechazo a los fondos provenientes de la rentabilidad de la empresa YMAD, la que es una empresa estatal argentina cuyos accionistas son el Estado Nacional, el Estado Provincial de Catamarca y la Universidad de Tucumán.
Por la ley nacional que lleva el número 14771, parte de los fondos de la empresa deben ser destinados a las Universidades , los mismos son generados por las regalías que cobra YMAD por ser propietaria de los derechos mineros de la Mina que explota cobre, oro y molibdeno en la zona denominada Bajo de la Alumbrera. Pero los cuestionamiento de Pérez Esquivel se refiere directamente a los fondos que provienen de Minera Alumbrera.
Para el geólogo Horacio Puigdomenech “cualquier sociedad civilizada la convivencia se basa en el respeto a las leyes y la distribución de fondos que nos ocupa está prevista en una ley de la Nación, por lo tanto la primera opción es obedecerla y si no nos gusta, cambiarla con los mecanismos que prevé el estado de derecho”.
El profesional además recordó en la misiva que “También me parece pertinente destacar que el presupuesto de las universidades nacionales proviene de los fondos generados por el sistema impositivo argentino el cual recibe contribuciones de toda la actividad económica nacional y que seguramente incluye todas las industrias que, por ejemplo, bordean el Riachuelo, para citar un caso, ya que si vamos a hablar de contaminación, allí tenemos un caso de contaminación comprobada casi en el patio de la casa de muchos compatriotas”.
Puigdomenech se pregunta si ¿sería razonable pedir la identificación de cada peso que integra el presupuesto universitario y en el caso de que provengan de alguna de las actividades de las que usted considera “cuestionables” las universidades deberían rechazarlos?, respondiéndose que “La respuesta, a mi modo de ver invalida su principal argumento”.
El profesor sanjuanino, de dilatada trayectoria en el medio, dijo que es demás peligrosas para las bases de la educación, para el desarrollo “de habilidades intelectuales y de razonamiento del público que no tiene información específica sobre el tema de la minería. Me preocupa profundamente la profusa difusión de medias verdades, de información incompleta o sesgada y sobre todo la escasa rigurosidad en la construcción de los argumentos”.
Los cuestionamientos de Adolfo Pérez Esquivel:
En una misiva dirigida a los rectores d elas universidades nacionales, el premio Nobel de la Paz dice “Sabemos de las necesidades financieras de las universidades nacionales, las cuales no logran cubrirse con las partidas presupuestarias asignadas por el Congreso de la Nación. Sin embargo, nos parece que tanto el CIN como cada una de las universidades nacionales deberían rechazar esos fondos millonarios, por el hecho de que provienen de una actividad destructiva y contaminante, que genera cada día más violaciones a los derechos humanos de las poblaciones aledañas al mega-emprendimiento”.
Entre otros muchos efectos desastrosos provocados por la gran minería el nobel expresa que “provocó la desaparición de la gran parte de las actividades agrícolas en los departamentos aledaños; la contaminación del agua y del aire aumentó de manera constante los casos de cáncer y las enfermedades respiratorias… y provocó la muerte de muchos animales…; la libertad de expresión de los ciudadanos es cada día más violada. Se trata de una actividad que afecta de manera ampliamente negativa las condiciones de vida no sólo de las poblaciones actuales, sino también de las generaciones futuras”.
Pérez Esquivel entiende que “Las universidades, sobre todo la universidad pública, tienen el deber de mantener una mirada crítica sobre toda actividad productiva y sus impactos sobre la población. Mantener esta distancia crítica implica que la universidad goce de una total independencia para desarrollar sus investigaciones. El hecho de que la producción de saberes técnicos dependa de fondos originados en una actividad tan cuestionada como la que desarrolla Minera Alumbrera Ltd. le resta confiabilidad”.
Por otro lado, le parece importante subrayar que la distribución de dinero “proveniente de este mega-proyecto minero no es la única arremetida de las grandes corporaciones económicas sobre el ámbito académico. Son muchos los científicos y las instituciones académicas que fueron cooptados y que multiplican las publicaciones complacientes con el modelo sojero y el modelo extractivo minero. Eso contribuye a desprestigiar el ámbito académico; en lugar de cumplir con su deber de informar a la sociedad civil, estas actividades tienden a desinformar. Pero también son muchos los científicos, investigadores y académicos que tratan de proponer miradas alternativas al discurso hegemónico, poniendo a la luz los daños irreparables provocados por estas actividades destructivas, saqueadoras y contaminantes. Varios de ellos luego sufrieron represalias y sanciones adentro de sus instituciones”.
Continúa la refutación al Nobel:
Puigdomenech en su carta al reconocido luchados por los derechos humanos en Argentina expresa que le preocupa hondamente “que tanta imprecisión y tanta subjetividad, sin duda motorizada por muy buenas intenciones, contribuyan a confundir y a generar opiniones más cercanas a los dogmas y a las creencias que al pensamiento racional, a la investigación científica y a la toma de posiciones fundamentadas”.
Le recuerda que al ser un respetado hombre público, con gran trascendencia e influencia en los medios de comunicación “tiene mayor responsabilidad que el resto de los ciudadanos en la difusión de información confiable y seria, en la contribución a la educación y sobre todo en evitar la generación de pánico, miedo o incertidumbre productos de la ignorancia”.
El sanjuanino el recuerda que los argumentos que esgrime para hacer sus apreciaciones deberían “ser comprobados con datos e información técnica y científica proveniente de expertos para conocer si esos argumentos resultan acertados o erróneos. Para pensar correctamente (como para hablar con propiedad) necesitamos reglas que aporten rigor a nuestros razonamientos, pero como no las necesitamos para construirlos es probable que al no considerar todas las aristas que tiene un problema, este sea erróneamente expuesto ante la comunidad no informada. Todo razonamiento se apoya en lo que sabemos. Si no sabemos nada o no estamos seguros de lo que sabemos o no tenemos la información completa, es muy difícil argumentar correctamente. En ese caso se corre el peligro de caer en un “sofisma patético” puesto que se emite un juicio que probablemente está en contradicción con las evidencias, se contrapone con juicios bien fundados o con una fuente creíble y con el conocimiento de expertos en la materia”.
Por último Puigdomenech explica en su carta que el avance de la civilización se hace con el uso racional de los recursos naturales, que existen normativas que regulan las actividades económicas y que la minería tiene una ley específica que se llama “De Protección Ambiental para la Actividad Minera” Nº 24585 es aplicada con rigor en todas las operaciones.
También señala que a su entender que Pérez Esquivel no tiene en cuenta a los miles de argentinos que trabajan en esas operaciones mineras y han podido acceder a un trabajo digno, en blanco, con coberturas sociales, con capacitaciones y con posibilidades de objetivamente elevar sus condiciones de vida. Supongo que en la búsqueda de información para la redacción de su carta ha consultado además de las fuentes que cita, a por lo menos algunas de las personas que trabajan en esos proyectos. “Honestamente, considero una falta de respeto a nuestra capacidad técnica y científica, a nuestra libertad de opinión y a nuestro pensamiento crítico sus acusaciones de cooptación y complacencia por parte de empresas mineras, aparentemente usted ignora que todas las universidades del mundo se solventan en parte, con fondos provenientes de empresas, que interesadas en el avance científico aplicado, confían en los saberes técnicos de las universidades, como usted los llama, para mejorar sus productos o procesos y con eso mejorar la calidad de vida de la gente”.
Sobre denuncias de persecuciones:
Pérez Esquivel denunció persecuciones, sanciones y represalias sufridas por docentes o investigadores universitarios por tomar determinadas posiciones. Al respecto Puigdomenech dice que “nos interesaría conocer los nombres de esos docentes o investigadores, cuáles han sido las acciones persecutorias para que podamos salir en defensa de sus libertades y realizar las denuncias que correspondan. Creo que en este aspecto usted también abusa de las generalizaciones que confunden”, culmina la misiva del destacado docente de la Universidad nacional de San Juan.