Dicen que después de las vacaciones la reincorporación al trabajo viene acompañada de una depresión psicosomática, y lo malo no es que esta no tenga fundamento real, sino que, por el contrario, su realidad se apoya en números ciertos, que además vienen acelerados en España por la incapacidad del Gobierno
Zapatero para tomar medidas estructurales. Lo más inteligente que se les ha ocurrido es subir los impuestos, aunque
José Blanco se refiere a los que ganan más de 50.000 euros al año, y aun así ha sido desmentido por su jefe, aunque no dice hasta cuanto. Todo ello centrando el pago en la clase media alta asalariada, que al fin y al cabo es la que dirige la economía del país, por lo que su desmotivación es aún la más peligrosa. Y además a ello se añade la solicitud de devolución por parte de
Elena Salgado de 6.000 millones de euros adelantados a las Autonomías, en base a unas previsiones recaudatorias totalmente incumplidas, ante la reducción de beneficios, o la quiebra, en especial del sector inmobiliario. Encima, ante la penuria absoluta, reclaman los 14.000 millones prometidos, o los 11.000 que dice el Gobierno.
El Corte Inglés, termómetro del país, ha bajado sus beneficios un 46’7% por una reducción de ventas del 3’5%, y eso a pesar de las “semanas fantásticas” y de las “enormes rebajas”. Sol Meliá ha reducido un 97% su beneficio neto, con un descenso de ingresos del 11%.
Los precios siguen bajando, y se ha contenido el turismo. El PIB, que decreció hasta el 1’9 parece que para 2009 se va a quedar en -0’5, según el BBVA, y a pesar de la recuperación de Alemania y Francia (aunque
Merkel ha empezado a perder elecciones en los landers). En España, en el segundo trimestre de 2009, el PIB ha caído un 4’2%, el peor dato desde que empezó las estadísticas en 1970.
Todo el mundo occidental se encuentra en franca bancarrota, pero China, Indonesia y Corea del Sur han crecido, sin embargo, a 25 de agosto, más del 10% en su PIB, y Japón que acaba de echar por primera vez al Partido Conservador (PL) para irse a la Socialdemocracia (PJD) parece despertarse.
India y China son las “Aspiradoras”, según
Emilio Lamo de Espinosa, en una Tercera de ABC, de los
“recursos naturales”, que antes era para los países occidentales.
Lo que hemos hecho es aportar tecnología a esos 2.477 millones de personas que constituyen mano de obra barata, y que lo han sido incluso con nuestras inversiones iniciales, capaces de conquistar los mercados del mundo de productos elaborados, y no solo eso sino que hemos deslocado hasta allí incluso a las empresas de servicios informáticos o los call centers, por ejemplo. Asia tiene una población de 3.800 millones; África, la gran olvidada, 1.000 millones; América del Norte y del Sur, 910 millones y Europa 735. El 1er Mundo, por tanto, está formado por USA y Europa, que suman más de 1.000 millones sobre el total mundial, de 6.800 millones, en crecimiento exponencial.
Así, el mundo occidental no puede competir, pues sus sistemas de protección social encarecen la mano de obra hasta hacer imposible cubrir las importaciones con las exportaciones, obligándonos a acudir al crédito exterior, 900.000 millones de euros en España, para la financiación al consumo de productos que pasamos a deber, mientras nos dedicábamos a esta auténtica ruleta “rusa” que fue el “boom inmobiliario”, con un crecimiento de los precios del m2 hasta más de 3 veces su coste natural. Esta especulación basada en el uso de las conveniencias municipales y de los partidos que los gobiernan no solo ha llenado de cemento territorios cuya belleza natural ha ayudado a destruir sino que sin la menor planificación ha hecho surgir urbanizaciones como “setas” o cavernas, en busca del máximo beneficio para amortiguar el coste de la recalificación del suelo. A la vez que la construcción en general sigue realizándose con tecnología de la Edad Media (ladrillo sobre ladrillo), lo que encarece aún más los precios.
España, con un déficit de producción de energía enorme, por la falta de centrales nucleares y la limitada producción de energía de los saltos de agua, y esos espantosos molinos que pululan todos los paisajes, disponía de pocas industrias, además del turismo, con los que hacer frente a la competencia. De otra parte los inmigrantes que han venido para la construcción se han quedado sin trabajo y habrá que alimentarlos o repatriarlos, y todo ello va sumando gastos, a los que se añade el coste desproporcionado del crecimiento del funcionariado autonómico y central. Lo cierto es que la única posibilidad es el crecimiento de empresas con I+D+i, pero esto obliga a fuertes inversiones y a bajar impuestos y a reformas estructurales que el Gobierno no está dispuesto a abordar.
Incluso, y puesto que se nos pone como referencia los USA y OBAMA, hay que decir que la ADIC (Agencia que garantiza los depósitos en USA) se ha quedado con un saldo de sólo 10.400 millones de dólares, y sin embargo tiene que responsabilizarse de 6’2 billones (84 Bancos han quebrado). USA, además, tampoco está haciendo los deberes y está dispuesta, en un programa socialdemócrata, a gastar más, por ejemplo, en Sanidad (entre otras cosas porque los seguros médicos están perdiendo a razón de 14.000 clientes por mes, dada la elevación de las primas, y el dinero para ello sólo puede salir de las entidades financieras, o del Gobierno, que ha creado un déficit del sector público del 13’4% del PIB, y los Bancos no parecen muy dispuestas a apoyar al presidente, como hicieron en su día, con los Activos Tóxicos (DO), titulizando programas hipotecarios, para dar cobijo y habitación a los pobres insolventes (subprime) que al final ha provocado la caída de la economía USA y consiguientemente de la mundial, como fichas de dominó.
¿Acabaremos todos siendo funcionarios? como lo son los antedichos, los de las Autonomías, Ayuntamientos, Sindicatos y patronal?
Para su información, les diré que el Estado de California para rebajar el déficit les quitan 2 días al mes de trabajo y paga a los funcionarios, pues no les llega el dinero. ¿Va a pasar esto también aquí?, o nos vamos al “corralito”, que es la simple hipocresía económica de no aceptar que hoy somos más pobres que ayer, pero menos que mañana.
*Bernardo Rabassa es Sociólogo, presidente del Club Liberal Español y Premio 1812 (2008)