Venezolanos votan en comicios clave para Chávez y la oposición donde estaría en juego reelección para 2010

En medio de una fuerte polarización, los venezolanos asisten el domingo a las urnas para elegir una nueva Asamblea Nacional, un paso crucial para el avance del proyecto socialista del presidente Hugo Chávez hacia la reelección del 2012, mientras la oposición se juega la posibilidad de retornar a la escena legislativa tras cinco años de ausencia.

Pasadas las 06:00 de la mañana (1030 GMT), representantes del Consejo Nacional Electoral (CNE) ordenaron la apertura de unas 36.773 mesas en todo el país, que estarán abiertas por unas doce horas, aunque se prevé que el cierre podría demorarse dependiendo de la cantidad de votantes que aún estén esperando para sufragar.

“Llamo a todo el pueblo patriota, a toda la patria, a levantar el cuerpo y el ánimo'', dijo Chávez la madrugada del domingo, en una llamada telefónica a la televisora estatal, al instar a sus seguidores al "lanzamiento de la ofensiva'' y a salir temprano a sufragar.

“Hay que estar pendientes de las redes que manejan los escuálidos (opositores). Tenemos información de que tratarán de generar rumores'', indicó el mandatario al referirse a la vulneración que sufrió el sábado su cuenta en la red social Twitter, donde alguien publicó tres mensajes falsos.

“Estaremos con los visores prendidos. Apenas salga un mensaje que no sea mío, se borrará, y si hace falta un contramensaje, yo mismo lo enviaré. No vamos a permitir que confundan a nuestro pueblo'', agregó Chávez al anunciar que las autoridades iniciaron las investigaciones para determinar los responsables del hecho.

Desde el amanecer, decenas de electores hacían fila a las afueras de los centros de votación a la espera de la apertura de las mesas.

Al ritmo de una diana militar y de potentes fuegos artificiales, seguidores del gobierno recorrieron desde la madrugada algunas barriadas pobres y vías de la capital para animar a los electores a salir a votar, mientras un hombre voceaba desde un parlante "todos los compatriotas, los revolucionarios a la batalla... a defender la revolución, defiende tu voto''.

Se espera que unos 17,5 millones de electores participen en la contienda para elegir a 165 diputados entre más de tres centenares de candidatos. Tanto el oficialismo como la oposición presentaron planchas unitarias de 165 postulados.

Si el nuevo congreso sigue en manos del oficialismo, le abrirá el camino a Chávez para terminar de consolidar su “revolución socialista'' que ha ido avanzando en los últimos cuatro años, y que ha encontrado fuerte resistencia en una parte de la población que aduce que el proyecto chavista es un "calco'' del modelo cubano que ha hundido al país en la recesión y un galopante proceso inflacionario.

Chávez defiende su proceso, el que asegura es autóctono, y dice que lo que busca es acabar con los privilegios de los ricos y favorecer a los sectores pobres que abarcan a la mayoría de la población. Para consolidar su proyecto, Chávez promovió más de una decena de leyes, aprobadas por la mayoría oficialista sin mayores trabas, que le garantizaron al gobierno un férreo control de sectores estratégicos como la industria petrolera.

El mandatario, quien se montó sobre sus hombros la campaña electoral hasta convertir la contienda en una suerte de plebiscito, se impuso como meta para estos comicios lograr por lo menos dos terceras partes de la Asamblea Nacional (110 bancas), lo que aseguraría una ``mayoría calificada'' para aprobar sin problemas nuevas legislaciones.

“Tenemos que ganar esta pelea el domingo bien ganada, por nocaut, porque después viene el 2011 y ya huele a 2012'', dijo Chávez la semana pasada en el cierre de campaña en la capital, al asegurar que los comicios legislativos serán cruciales en su carrera por una tercera reelección.

En los últimos meses Chávez ha sufrido un descenso en su popularidad, debido en parte a problemas como la recesión, la alta inflación y la creciente criminalidad, lo que ha hecho prever a los analistas que esta consulta servirá de termómetro para el mandatario.

Aunque algunas de las principales encuestas hablan de un eventual empate que podría favorecer al oficialismo, lo cierto es que independientemente de los resultados el control hegemónico que tiene Chávez de la Asamblea Nacional se diluirá en parte, y el gobernante deberá aprender a convivir con un bloque opositor que podría más que triplicar su participación luego de años de una exigua presencia que se limitó a unos once diputados, todos disidentes del oficialismo.

Las voces críticas estuvieron ausentes por años del congreso luego que la oposición decidió retirarse en bloque de los comicios legislativos del 2005 tras alegar supuestas irregularidades en el proceso. Esa decisión le abrió el camino al oficialismo para dominar la Asamblea Nacional. No fue sino hasta el 2007 cuando un grupo de diputados aliados al gobierno comenzaron a separarse de las filas del oficialismo y surgió una pequeña oposición.

“Esta es una pelea de David contra Goliat y va a terminar como terminó la pelea bíblica'', dijo recientemente Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo del bloque opositor denominado "Mesa de la Unidad Democrática'', al denunciar el “ventajismo'' que tuvo el oficialismo en la campaña al disponer de recursos y medios públicos, pero sostuvo que a pesar de esa situación los sectores adversos al gobierno resultarán vencedores en los comicios.

Todas las proyecciones apuntan a que el bloque opositor podría lograr más de una treintena de diputados.

Los 12.562 centros de votación que funcionarán en todo el país estarán custodiados por unos 250.000 militares, de los cuales 30.000 forman parte de las milicias.