Desde el gallo de la Almudena: ¿Ministros castellanos con Rajoy?

Castilla y León siempre estuvo siempre bien servida en el gobierno de paisanos. En la dictadura y en la democracia. Zapatero es de Valladolid con derivas leonesas y Mariano Rajoy aunque más galaico que un percebes de San Vicente do Mar tienen también muchas coincidencias vitales con Ávila y León.

¡Largo me los fiáis, amigo Sancho!, me dirá alguno al leer este artículo. Y llevará razón porque todavía queda año y medio para la celebración de las próximas elecciones generales, pero el periodismo de análisis va por eso derroteros. Yo acerté, con perdón, quien llegaría a ser presidente del gobierno seis años antes cuando nadie daba un duro por el luego “visionario” (Bush dixit) conducator del bigotito.

Si Rajoy llega a presidente tengan ustedes por hecho de que habrá castellanos y leoneses en el gobierno popular. Les voy a dar algunos nombres.

La primera Soraya Saénz de Santamaría, la menuda abogado del Estado, que se ha constituido en uno de los principales bastiones del marianismo. Con mando en plaza nada menos que en el Congreso de los Diputados, Soraya es una de las personas de la máxima confianza del ciudadano galaico.

Creo también que Pio García Escudero, madrileño considerado como castellano, será casi con toda probabilidad uno de los fijos. No creo que el malendrín del arte, Miguel Ángel Cortés, pese a su traición al aznarismo en pos de Rajoy ante el Congreso de Valencia, tenga nada que hacer. Mariano le conoce muy bien.

Tampoco creo que Javier León de la Riva -más conocido en Madrid por el sobrenombre del Berlusconi de Valladolid- vaya a ser compensado con la cartera diplomática, ni siquiera se le pueda nombrar camarlengo jefe del palacio de la Moncloa.

Sin mucha presencia

En realidad a los castellanos leoneses lo mismo nos da. Porque al final esos mismos compatriotas no hacen a su tierra el más mínimo caso porque saben que nunca se les pondrá en aprietos. Esa es la cuestión. Como no protestan, que se jodan.

Hay también otro elemento de primera magnitud, según la óptica de este comentarista. No veo, salvo el caso de Soraya que va por libre, mucha presencia del gobierno autónomo de Herrera en Génova 13 y mucho menos alrededor del comandante en jefe.

Esto en política como en la vida es sustancial. Si no hay roce no hay cariño.

Ahora que todo son empujones por estar cerca de Marianico (antes el corto, ahora el prometedor) no veo especial interés, como fuera su obligación por el interés general de Castilla y León, de que el poder institucional de esa tierra en estar cerca de la mamandurria.

Bien es cierto que en el surco hace tiempo que nuestra buena y sufrida gente perdió toda esperanza.

Como Dante a la entrada del Séptimo Infierno.

Graciano Palomo. Periodista.