Corre por internet, pero no es el típico mensaje sensacionalista poco sustentado en la realidad, como corroboran las fotos adjuntas. Y, además, está teniendo su mayor espectro de difusión en Cataluña. La DGT esconde radares en señalizaciones de advertencia de obras en las carreteras españolas.
"¡¡Mucha atención a este nuevo ingenio del gobierno recaudatorio!!! -señala con mayúsculas el documento que corre por la red- La maquinilla de fotos !!!!, el radar aparentemente es un inocente indicador de desviación por obras, pero es un radar encubierto, se están poniendo precisamente en zonas de obras de mantenimiento limitaciones de velocidad de 20 km / hora de 30 km / hora y cazan como a moscas los que van a 40 o 50 km / hora y le caen 200,00 euritos y un par de puntos. No te digo si te pasas, yendo a unos 80 o 90 km / hora. Se está utilizando incluso con carreteras sin obras, le ponen una limitación, una hilera de conos hay esperar, a 300 metros te paran y caes como un pardillo. Las están poniendo en todas las carreteras españolas y las cifras de recaudación marean"!. Más allá de alguna cuestión gramatical, lo que explica el mensaje está claro.
Más allá del evidente juego sucio que daría la razón a quienes observan en la medida una opción para incrementar ingresos en las depauperadas arcas públicas, hay que señalar que la legislación vigente obliga a indicar la presencia de radares. Y es por ello que, por ejemplo, en una nota de prensa del ministerio del Interior de 29 de julio de 2008, bajo el título de "Tráfico dispone desde este verano de 190 radares fijos más para vigilancia de la velocidad", se indica que "todos los radares fijos están anunciados en todos los paneles fijos y con señales verticales fijas". Si esa obligación de transparencia no existiera, no habría sido necesario explicar la medida preventiva.