Este lunes se desarrollará en Buenos Aires una intensa agenda de la cumbre bilateral entre las presidentas de Argentina y Brasil, además de ministros de ambos gobiernos, en el que firmarán acuerdos de complementación. Es el primer viaje al exterior de Dilma Rousseff como jefa de Estado.
Alrededor de las 11.35 de mañana las mandatarias Cristina Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff se saludarán en el salón blanco de la Casa Rosada, tras lo cual se dirigirán al despacho presidencial para celebrar el primer encuentro bilateral al máximo nivel político desde que la jefa de Estado brasileña asumiera el 1 de enero.
Dilma llega a Buenos Aires cerca de las 11, acompañada por una nutrida comitiva integradas por siete miembros de su gabinete, y hasta las 16, hora en que está previsto su regreso a Brasilia, se desarrollará una intensa agenda oficial, con reuniones paralelas entre ministros de ambos países.
Al mediodía ambas reciben en el salón de los Científicos Argentinos del Bicentenario a representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, también en la Casa de Gobierno.
A las 12:20 Cristina y Dilma se trasladan a salón de las Mujeres del Bicentenario para firmar los acuerdos que prepararon ambas Cancillerías desde la visita de Antonio Patriota al país hace dos semanas.
Luego, tras efectuarse una declaración a la prensa en la sala de conferencias, Dilma junto a la delegación brasileña parte rumbo al Palacio San Martín, donde, a las 14, será agasajada con un almuerzo.
Las dos presidentas pronunciarán unas palabras durante el brindis, en el salón Libertador.
Expectativas
En diálogo con Página/12, La Nación y Clarín, antes de llegar a Buenos Aires, afirmó Rousseff que "el gobierno brasileño asume, una vez más, el compromiso con el gobierno argentino de una política conjunta en la estrategia de desarrollo de la región. Para mí, la idea fuerza es la de una relación estratégica con Argentina, que debe manifestarse en todas las áreas de interés de ambos países".
En ese marco, destacó que con Argentina "tendremos una política muy fuerte de creación y desarrollo de proveedores para la exploración y explotación del petróleo en la capa presal".
Además, la mandataria brasileña sostuvo que "dos presidentas mujeres constituyen un hecho para festejar, porque los dos mayores países del Cono Sur están dando una demostración de que sus sociedades evolucionaron en el sentido de superar el tradicional preconcepto que existía contra la mujer y en el sur del mundo".
La sucesora de Lula da Silva señaló que "quiero tener una relación extremadamente estrecha con la presidenta Kirchner", y enseguida explicó: "La quiero en primer lugar porque Brasil y la Argentina son países que tienen responsabilidades ante el conjunto de América latina, en el sentido de hacer que nuestra región tenga cada vez más presencia en el escenario internacional".
En ese sentido, dijo que "Brasil y Argentina pueden hacerlo, y lo harán de manera más eficaz en la medida en que nuestras economías se articulen de la manera más estrecha, que se desarrollen y creen lazos en los que ambos pueblos ganen con esa cercanía en materia de desarrollo económico, de desarrollo tecnológico y de mejora de las condiciones de vida de los pueblos" de ambos países.
"Esa presencia de Brasil y la Argentina articulados con líderes que son mujeres también permitirá una presencia mayor en los órganos de articulación internacional", agregó la mandataria.
Además, destacó el liderazgo de Argentina en el G-77 y dijo que esa posición en el grupo de los países en vías de desarrollo "facilitará la defensa de los intereses de los países del Sur".
Consultada sobre el futuro sobre su moneda, el real, aseveró que "nadie en el mundo puede afirmar que no va a devaluar".
"En los últimos tiempos hemos conseguido mantener el dólar dentro de una franja de fluctuación. O sea, no hemos tenido ningún derretimiento como se dijo por ahí. Osciló todo el tiempo entre 1,6 y 1,7 (real por dólar). Ahora, nadie en el mundo puede decir que garantiza eso (la no devaluación), completó su respuesta.
Por otra parte, al referirse a la Unasur, Rousseff afirmó que su idea para la conducción -que quedó vacante tras la muerte de su secretario general Néstor Kirchner- es que haya "rotación".
"También para Unasur es muy importante esa relación entre Brasil y Argentina. Le voy a dar continuidad y voy a profundizar el compromiso brasileño, que asumimos de modo muy firme ya desde el gobierno de Lula", añadió la jefa de Estado del país vecino
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