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Crónica del concierto

The Jayhawks, en busca de la magia perdida

sábado 30 de julio de 2011, 12:09h

Ambiente de concierto grande en Madrid, entradas agotadas varios días antes, gente buscando una entrada de última hora, una Heineken que se quedaba pequeña ante las ganas de reencontrarse con un grupo al que el éxito mayoritario le dio la espalda pero que se labró un grupo de seguidores fieles y la etiqueta de grupo de culto dentro de lo que se vino a llamar como Americana.

Todo parecía encaminado para una de esas veladas de las que dejan huella. A las diez menos cuarto The Jayhawks, con la misma formación con la que grabaron el inmortal "Tomorrow the green grass" hacían su aparición en el escenario. Todo estaba dispuesto para el reencuentro con la magia de esas melodías entrelezadas por dos voces. Pero la magia no apareció.
 
Las gloriosas armonías de Louris y Olson no encajaban y el sonido de la sala dejaba bastante que desear. Era una sensación extraña porque las canciones eran las gemas que poblaban "Hollywood Town Hall" y "Tomorrow the green grass". 'Wichita', 'Two Angels' o 'Two Hearts' sonaron sin conseguir emocionar. Cuando la Gibson SG de Louris comenzó con 'Take me with you (When you go)' parecía que aquello iba a cambiar de curso. Pero no, a pesar de ser una de esas canciones por las que cualquier banda pagaría por tener en su repertorio, la emoción llegaba más asociada a los recuerdos que a la interpretación de la banda. Y era una pena, porque tanto el grupo como el público estaban en un gran estado de ánimo.

'Blue' sonó a gloria, claro que una canción así siempre sonará bien, es lo que tiene cuando se encuentra una melodía perfecta. También hubo tiempo para presentar su nuevo disco, "Mockingbird Time", del que destacó 'She walks in so many ways' una canción que les emparenta, más si cabe, con los Byrds y Gene Clark. Para la recta final se reservaron algunas de sus mejores canciones, 'I´d run away', 'Miss Williams guitar', su versión del 'Bad Time' del grupo favorito de Homer Simpson, Grand Funk Railroad, y terminaron con 'Waiting for the sun'. Un sueño para cualquier seguidor de la banda. Claro que se olvidaron de "Sound of lies", "Smile" y "Rainy day music", los discos que hicieron sin la participación de Olson, pero eso supuso que "Hollywood Town Hall" y "Tomorrow the green grass" sonasen casi enteros.

Después de esa traca fina era evidente que con los bises la magia tampoco se iba a hacer presente, 'Over my shoulder', un experimento que sonaba como los Pavement de "Slanted & Enchanted" y otras dos canciones pero para entonces ya había quedado claro que la noche no iba a quedar en el recuerdo. Nada se puede decir del repertorio, de la actitud que mostraron o de las ganas que pusieron, pero el concierto de los Jayhawks fue una pequeña decepción... o quizás tan sólo fue que las expectativas eran muy altas.  
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