La columna de Gema Lendoiro, "Una Navidad laica, feminista y progre"

Estoy muy enfadada con las feministas. No hacen bien su trabajo. No llegan. Acaban de anunciar, con permiso de Gallardón, la organización de una cabalgata de Reinas Magas en Madrid en la que, en lugar de lanzar caramelos, se haga lo propio con hojas de proclama contra el lenguaje machista y la discriminación sexual. Pero, repito, no llegan hasta el final.

No han dicho nada del portal de Belén y deberían. Deberían haber aclarado que la Virgen María no estará presente porque se ha reincorporado después de dar a luz a su puesto como consejera delegada en una importante empresa de compra venta de gallinas cercana a Nazareth mientras que San José, animado por su mujer, se ha acogido a la baja paternal, ya que, además, con la crisis de la construcción, la empresa de carpintería a la que pertenecía ha presentado un ERE. Investigaciones de las que no puedo desvelar el origen me han informado que para que no se eche de menos a María, en el lugar que le corresponde en el Belén se pondrá el cartel, te parí porque así lo decidí. Al lado del famoso caganet (que ahora ocupa su señora esposa) se pondrá un consultorio donde mujeres activistas provenientes de Caná y Cafarnaum ofrecerán asesoramiento jurídico gratis total a todas aquellas que deseen separarse de sus respectivos y opresores maridos y donde les darán las claves para quedarse con todo, y, por supuesto la custodia, amén de la pensión de alimentos, la casa de la playa yd emás utensilios de uso común. Habrá una oficina de denuncias para entregar a los centuriones del Imperio a todo aquél machista que haga un solo chiste sobre mujeres. La multa será de tres mil monedas de plata y de servicios a la comunidad durante dos años y pico (por lo menos).

Por supuesto, la historia milenaria se cambia y aquí ha nacido una niña a la que se pondrá por nombre Libertad. La bebé, que momentáneamente será alimentada por su padre gracias al patrocinio de Cabras Herodes, ya está matriculada en una guardería que ha desechado los juegos con muñecas, las clases de costura, bordados y demás generalidades encubiertas que sólo traen consigo que la niña crezca en inferioridad de condiciones. Se sabe que irá a una escuela a partir de los tres años que es pública y mixta y donde será obligatorio el mismo número de niños que de niñas. Si por un casual se torciera la balanza y naciesen más niños que niñas, siempre se puede contar con Herodes (que el pobre hombre está acojonado y les tiene más miedo que a un tornado) y al que, de momento, han dejado en paz descansando en su castillo de Masada A cambio él les deja ondear en la amena más alta de palacio una bandera de inmensas dimensiones con el lema, "Tenemos el poder, tenemos los ovarios" palabras que se ven desde el otro lado del mar Muerto, ya en tierras Jordanas, para que "aprendan que allí son muy machistas, también"

Ha trascendido también el nombre del colegio, Womenpower, público, of course, al que irá la niña Mesías, es laico y es que, a pesar de ser quién es, irá de incógnito y acudirá como toda hija de vecina de Belén a las clases de educación para la ciudadanía. Al menos el problema del "quítame de ahí ese crucifijo" no lo tienen por razones obvias.

De las reinas Magas, de las que no se aclara si llevarán por nombre Melchora, Gaspara y Baltasara, se sabe que no acudirán a la clínica estética de nombre"Más limpias que el agua del Jordán" a pesar de que sus médicas y esteticienas han ofrecido gratuitamente sus tratamientos de estética en pos de la causa, que, "una cosa no tiene nada que ver con la otra", según su directora generala. Las Magas, según ha comunicado su jefa de prensa, no se depilarán el bigote ni las piernas porque "eso es claramente un homenaje a lo que los hombre quieren y por lo único que nos quieren, por nuestros cuerpos"

Finalmente, y siempre según las mismas fuentes, el famoso villancico pero mira como beben los peces en el río será censurado por no encontrar animal acuático femenino que rime con ría y sin cambiar la partitura. Otro problema añadido, y con el que no contaban las feministas, es que hay un sector que se ha declarado en huelga y no admite ni reyes ni reinas magas porque se manifiestan claramente contrarias a ninguna monarquía, declarándose abiertamente republicanas y encontrándose, a su vez, con una fuerte oposición con el grupo de defensa de las extranjeras que sospechan que, en realidad, desprecian a las magas porque dentro de ellas hay una que es negra y además no tiene papeles. Por otro lado, se sabe que existe también una corriente dentro de las feministas muy activas que tampoco está de acuerdo con la mayoría por el tema de la bandera ondeando en el castillo de Herodes ya que puede herir la susceptibilidad de los jordanos de enfrente y avivar así el conflicto árabe isrelí. Conflicto, por otra parte, que es imposible que se dé en esas fechas y que ya se lo advirtió por carta César Vidal pero al que han rechazado a través de su Comisión permanente para la memoria histórica por "facha, misógino y sabelotodo" También se ha puesto en contacto con ellas el comité de sabios del departamento de Historia de la Universidad de Stanford, que les han recordado que las interpretaciones de los Evangelios que han hecho concurren en múltiples fallos, a lo que ellas han respondido que " no aceptamos sugerencias de países yankis y que representan al capitalismo como los Estados Unidos y, además, la interpretación de los Evangelios, así como la escritura de los mismos, se sabe que la hicieron sólo hombres por lo que ya, de entrada, es una desigualdad". Han anunciado, además, que van a recurrir al juez Garzón (cuando se reincorpore) para que se persiga a todo aquél que les lleve la contraria por delitos de lesa humanidad contra las feministas en le extranjero.

Eso sí, en lo que todas están de acuerdo es que nos desean una alegres y felices Navidades a todos y a todas siempre y cuando la felicidad esté repartida a partes iguales entre hombres y mujeres, porque si no, ya la tenemos liada de nuevo.

Nota de la autora: Para escribir esta columna me acojo al derecho de escribir ficción para que quede claro que todo lo escrito arriba nada tiene que ver con la realidad. Just in case