Campaña 25-M: Desdepida y cierre

Ea, se acabó. Por fin se acabó el coñazo de campaña en la que apenas si ha habido propuestas netamente andaluzas y en la que todo ha girado en torno al "miedo a la derecha" o al "hartazgo de la izquierda". Si la campaña que anoche echó su cierre se pudiera compendiar en dos palabras esas serían la de "engaño" y "corrupción", los dos conceptos más repetidos por los dos principales candidatos del PSOE-A y del PP-A. La primera ha estado en boca de Pepe Griñán en todos y cada uno de sus mítines aludiendo a la reforma laboral y a los recortes impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy; la segunda ha llenado reiteradamente la boca del líder del PP-A, Javier Arenas, en los cinco mil kilómetros que se ha recorrido estos quince días por toda Andalucía. La reforma laboral y los EREs fraudulentos han sido los "leif motiv" de unas elecciones en las que los graves problemas por los que atraviesa la sociedad andaluza han quedado solapados por un pulso político y mediático en busca de ese ansiado escaño 55 que conceda la mayoría absoluta a unos (PSOE e IULV-CA) o a otros (PP). Tan sólo han tenido cabida algunas propuestas de recortes en la Administración y ayuda a las pymes por parte de Arenas, y las del mantenimiento del actual estado de bienestar que promete Griñán. Nada nuevo bajo el sol primaveral que comienza a calentar los colegios electorales andaluces.

Pero, afortunadamente, como cantaban Los Módulos, todo tiene su fin y, anoche, pasadas las diez, se bajó el telón de unas elecciones que van a ser, sin duda alguna, las más disputadas y trascendentales de las que ha vivido Andalucía en sus más de tres décadas de autonomía. El cierre, como era de esperar, concentró en Sevilla a los primeros espadas de la política española en apoyo a sus candidatos a la Presidencia de la Junta de Andalucía. En el Pabellón de San Pablo, Mariano Rajoy y la plana mayor del PP arropó a Javier Arenas y a Juan Ignacio Zoido, cabeza de lista por Sevilla, conscientes de que, por primera vez en la relativamente corta historia autonómica, pueden no solo ganarle al PSOE en su clásico "granero de votos", sino hacerse con el Gobierno andaluz sin necesidad de otros apoyos externos. Relativamente cerca, en el Parque Alcosa, Alfredo Pérez Rubalcaba y, sobre todo Felipe González (el político mejor valorado en esta su tierra) intentaban darle el último espaldarazo a un Pepe Griñán que todavía sueña con lograr esos 46 diputados que le permitan pactar la mayoría con Diego Valderas. Ni la "estrella mitinera", Alfonso Guerra ni el último expresidente electo de la Junta, Manuel Chaves fueron protagonistas del cierre de la campaña socialista. La traca final de ambos actos era temida por las dos fuerzas políticas que esperaban que el contrario sacase este viernes algún as de la manga que desnivelase la supuesta igualdad final. Pese a los ya clásicos insultos y descalificaciones, pese al desesperado llamamiento a las urnas para "frenar a la derecha" o para "acabar con la corrupción", tampoco hubo demasiada "sangre" en esta "despedida y cierre" de la campaña del 25-M. Y es que, a estas alturas de la película, "ya está todo el pescado vendido". Son escasos los andaluces que aun no tienen decidido su voto. Nadie quiere presentarse en estos momentos como ganador, pero no cabe duda de que Arenas tiene en su mano muchas papeletas de esta rifa para llevarse el premio gordo de la misma. Que salga el único número que ha comprado Griñán parece cada vez menos probable.

Solo queda esperar ya a la noche del domingo para que se desvele la incógnita. Y si nos atenemos a las previsiones de los dos principales partidos, éstas pueden ser bastante clarificadoras. Resulta curioso comprobar que, hasta ayer, el PSOE-A seguía admitiendo acreditaciones para los periodistas que vana cubrir la noche electoral en la sede de la calle San Vicente, mientras que el PP-A, cerraba a primeras horas de la tarde las mismas en la sede de la calle San Fernando por falta de espacio para dar cabida a los numerosos medios de comunicación que seguirían el escrutinio. Y es que si nos atenemos a los últimos actos celebrados por el líder popular, Javier Arenas, en Sevilla, todo parece indicar que el número de solicitantes del "qué hay de lo mío, Javier" ha aumentado considerablemente en las últimas semanas mientras que son muchos los socialistas de toda la vida" (entre ellos muchos afamados empresarios sevillanos y algunos que otros conocidos periodistas andaluces) que han dejado solo a Pepe Griñán y se han cambiado rápidamente de chaqueta.

P.D.-Y para finalizar, una curiosa y esperpéntica propuesta. La ha hecho el líder de IULV-CA, Diego Valderas, hombre sero donde los haya. Según Valderas, el cabeza de lista de IU por Sevilla, Juan Manuel Sánchez Gordillo, alcalde de Marinaleda, sería un magnífico consejero de Agricultura. ¿Se lo imaginan en Bruselas junto al ministro Arias Cañete negociando la PAC con el Comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, con la "kuffiya" palestina al cuello y exigiendo la reforma agraria en los campos alemanes y franceses? Demasiao pal cuerpo.