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La selección española festejando por las calles de Madrid su victoria
La selección española festejando por las calles de Madrid su victoria

Espejismo económico de la Roja

miércoles 04 de julio de 2012, 20:31h
En el año 1998, Francia organizó y ganó el Mundial de Fútbol. Las estadísticas posteriores demostraron que el consumo nacional había aumentado y la productividad de los trabajadores era mayor. Francia registró un crecimiento de su PIB de tres años consecutivos (del 3,6%, 3,3% y 4,1%). Cuando Italia ganó la Copa del Mundo en el 2006, pasó de crecer un 0,1% a prácticamente un 2% al año siguiente.
Desde Brasil hasta China pasando por la zona más austral del planeta, el triunfo de la selección española se ha colado en las portadas de los principales periódicos del mundo. Titulares como "La armada invencible", "Es la era de España", ""España consigue el tiki-taka-triplete", "España hace magia", Una clase maestra"... son algunos de los titulares que el mundo le dedica a la selección española. Todos son elogios al campeón.

Pero, ¿qué significa en términos económicos este impresionante triunfo? Se sabe que un país campeón es un país más productivo y que el ánimo es siempre sinónimo de consumo. Muchos entendidos comentaban que esta euforia por la victoria de la roja llevaría implicados una serie de beneficios económicos  para un país que está cada vez más asfixiado. Al día siguiente, el  Ibex subió un 0'31%.

El banco holandés ABN Amro había pronosticado que la victoria en un campeonato de esta magnitud puede beneficiar al país ganador con un aumento del 0,7% en el PIB gracias a que la euforia que produce hace aumentar el consumo. Pero el informe del Amro reconocía que ni Alemania, tras ganar el campeonato del mundo de 1990, ni Argentina en 1978, había logrado aumentos en el Producto Interior Bruto.

José Carlos Díez, economista, nos ha explicado que no se puede negar un efecto positivo en la imagen exterior de España e incluso en una pequeña subida del consumo interno, pero que es casi imposible medir ese impacto mediante porcentajes del PIB. Recordó que en  los tres partidos jugados en la primera fase ya se notó un aumento del consumo, aunque duda de que ello suponga "rascar alguna décima para el Producto".

Cuando una sociedad está feliz, ese sentimiento siempre se traslada al consumo. Seguro que éste va a aumentar pero no sabemos en qué cuantía. En cualquier caso, el efecto sería a muy corto plazo, exceptuando la mejora de la autoestima de España por lo que denomina el "impacto en las emociones" de un objetivo que se perseguía hace más de 50 años. Lo que si es cierto es que se produce una mejora en la imagen exterior, ya que poner el nombre del país ante 700 millones de personas "no se puede pagar con dinero".

Como explica  Ana Mínguez Pérez, "el aumento del consumo interno y el impulso de la 'marca España' son a priori los efectos más evidentes. Otro estudio realizado por ABN Amro señala que aquel país que gane un evento internacional de fútbol conllevará un crecimiento adicional del PIB de siete décimas".

Hasta ahora, no hay ningún dato fehaciente que lo corrobore. Pero, como ejemplo, un botón: En el año 1998, Francia organizó y ganó el Mundial de Fútbol. Las estadísticas posteriores demostraron que el consumo nacional había aumentado y la productividad de los trabajadores era mayor. Francia registró un crecimiento de su PIB de tres años consecutivos (del 3,6%, 3,3% y 4,1%). Cuando Italia ganó la Copa del Mundo en el 2006, pasó de crecer un 0,1% a prácticamente un 2% al año siguiente.

Más goles, más cañas

Con la victoria de la selección podemos hacer el agosto. A más eliminatorias superadas, más gasto en bares, banderas, viajes... La euforia mejora la confianza de los consumidores y servirá de bálsamo contra la crisis.

Sólo el domingo, los bares facturaron un 40% más de lo habitual durante la final. En 2010, se vendieron más de 60.000 banderas en los días previos al España-Holanda y más de medio millón de camisetas oficiales, una cifra similar a la de ahora. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al primer trimestre de este año, el gasto en consumo final de los hogares españoles cayó en términos interanuales un 0,6% en los tres primeros meses del año, después de haberse desplomado un 1,1% en el último trimestre de 2011. Y el consumo privado es el responsable director de la mitad de lo que pase en el PIB.

A más largo plazo, el triunfo de la Selección  sobre Italia y la forma en que lo hizo «pueden cambiar la percepción que se tiene de nuestro país», dice Miguel Ángel Rodríguez. «La imagen que nuestros jugadores dieron ayer hasta en la celebración fue magnífica; da confianza, algo de lo que estamos muy necesitados». ¿En qué se traducirá todo esto? En inversión, en mayor prestigio de la marca España, más turistas...

Aprovechar el tirón

Otro sector que ha salido muy beneficiado es el de los patrocinadores no oficiales y los anunciantes, que han usado el tirón de la selección para lanzar una campaña. Entre los primeros, Cruzcampo calcula que obtendrá un retorno de su inversión que cuadruplica por haber llegado a la final.

Para los patrocinadores principales (Iberdrola, Movistar  y Chevrolet) estar con los mejores tiene ventajas como la notoriedad de marca. Iberdrola, que ha invertido cuatro millones en la Selección, obtendrá un retorno de entre 16 y 20 millones, casi cinco veces más de lo aportado.

Tras la resaca llega la normalidad, y las estadísticas demuestras que en el corto plazo  si se produce un repunte en el consumo inmediato, pero en el medio y largo plazo, y dada la situación que atravesamos, no se va a ver reflejado directamente el beneficio anual. Deberíamos celebrar un campeonato de este calibre cada dos meses para que realmente se apreciase dicho aumento.

El triunfo de la roja, la alegría de la sociedad española dura lo que dura una noticia, 24 horas. Por desgracia.
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