Festival español en la etapa en Andorra
Alejandro (Valverde) vuelve a ser magno: nueva victoria de etapa ante el líder Purito y Alberto Contador
sábado 25 de agosto de 2012, 22:19h
Alejandro volvió a ser magno. Conquistó el Santuario de Arrate, y en el de Canolich volvió a probar el manjar de la victoria. Iluminado por su punta de velocidad, el marcaje a Purito y los consejos del corredor catalán, "que era el que mejor conocía el terreno", volvió al podio, de donde bajó además con el maillot de puntos azules de la montaña.
. "Balaverde" arruinó la fiesta a Purito y relegó al tercer puesto a
Alberto Contador, que había atacado en el último kilómetro y no pudo
culminar. El británico Chris Froome fue el derrotado en el póquer de
favoritos, pero solo perdió 15 segundos en meta.
Los artistas
principales volvieron a escena y dejaron claro que la Vuelta es cosa de
cuatro, todos concentrados en 50 segundos en la general. Purito aguantó
de rojo, pero mirando al futuro admite su déficit contrarreloj respecto a
los rivales. Le sigue Froome, un corredor excesivo, quien no supo
regular el ritmo en el ascenso final y lo pagó con un mal menor.
Contador cierra el podio provisional a 40 segundos. El madrileño hizo la
subida junto a Froome, su rival a marcar, y soltó un zarpazo a un
kilómetro de la cima, pero resultó insuficiente. Se quitó a Froome, pero
de momento no logra abrir las diferencias deseadas. Junto al inglés es
el más fuerte contra el crono, y con la montaña que resta, ambos están
llamados a disputarse la Vuelta.
Pero Alejandro Valverde sigue
ahí. Acabó el Tour con ganas de Vuelta y de momento, a pesar de la caída
camino de Valdezcaray, está cerca del liderato. Ha cumplido con dos
etapas y la incógnita se halla en la respuesta que pueda ofrecer la
tercera semana. La Vuelta entró en "territorio Purito" con
adelanto. El viento ayudó a dar pedales: 52 kilómetros en la primera
hora. Seis hombres pasaron al frente por la Seu D'Urgell y entraron en
Andorra con 5 minutos de adelanto. Ramírez Abeja (Andalucía), el
habitual Javier Aramendía (Caja Rural) Cameron Meyer (Orica), Amael
Moinard (BMC), Mickael Buffaz (Cofidis) y Matijn Keizer (Vacansoleil).
Mal día para para sorpresas, pues el pelotón volaba con el Sky ya en
labores de caza desde lejos.
Y además el líder llegaba en casa, a
sus dominios, al lugar donde se pone a punto para subir puertos. Sus
informes ayudaron a la organización para meter la Collada de la Gallina
en el libro de ruta. Como aperitivo el Alto de la Comella (2a, km 158),
por donde la avanzadilla cruzó con 2.30 minutos. El australiano Richie
Porte se encargó de avivar el ritmo, preparando el asalto al feudo del
maillot rojo, quien definía el puerto de "una especia de Mortirolo". La cita no defraudó las expectativas. La escapada pasó a la historia
con el australiano Meyer como último superviviente. Ya estaba
organizada la gresca entre los jefes de la general. Los últimos 7
kilómetros,a una media del 8 por ciento, fueron espectaculares.
La subida no ofreció respiro. Así suele ser cuando lo ordena el Sky, que
vive soltando órdagos, algunos demasiado increíbles. "Me dijo Purito
que a esa marcha no podrían aguantar hasta meta", comentó Valverde. Gran
dato procesado por el murciano, quien junto al catalán se iba
aprovechando del marcaje Froome-Contador. Fue Valverde
precisamente el primer en demarrar a 2,8 de meta, maniobra que dejo a
los cuatro elegidos. Pero lo intentaron todos, como si se tratara de una
partida de mus, faroles incluidos. Salió Froome después, en un punto
clave, cuando iban a empezar las rampas más duras.
El inglés, que
no tuvo licencia, seguía haciendo de locomotora, incansable,
desmesurado en el esfuerzo. Volvió a levantarse en el último kilómetro
respondiendo a Purito, pero finalmente fue Contador quien abrió hueco,
no más de 80 metros. Insuficiente para el de Pinto, que no acaba de
pegar en la diana. Tenía la victoria en la mano, pero faltaba la última
carta de Valverde. El comodín ganador. Gracias a Purito. Eternamente
agradecido.