Toda la verdad sobre el demoledor artículo de la periodista alemana contra el sistema y la economía española

Efectivamente, tal y como comprobamos en Diariocrítico, Stefanie Müller es una periodista real. Existe y no se trata de una simple blogger. Está asociada al Círculo de Corresponsales Extranjeros (www.corresponsales.com) y su ficha se puede encontrar en la página dedicada a mostrar todos sus miembros afiliados. En esa ficha, Müller ofrece un teléfono y un correo electrónico, además de los datos de las publicaciones para las cuales hace de corresponsal en España: el diario 'The Handelsblatt' y la revista 'Wirtschaftswoche'.

El diario 'The Handelsblatt', que significa en castellano "Periódico del comercio", es un periódico económico de cierto prestigio, publicado desde Düsseldorf, con una tirada de cerca de 150.000 ejemplares diarios (datos de 2010). Su línea editorial y posicionamiento se consideran de ideología liberal pero progresista, quizás en línea de un 'Cinco Días' español. Por su parte, la revista 'Wirtschaftswoche' es un semanario económico que traducido al castellano significa, literalmente, "Semanario de economía". Se publica todos los lunes desde la ciudad alemana Düsseldorf.

Una vez investigado el rastro, hay que decir que el artículo que ha estado circulando por la Red está copiado literalmente de 'El Confidencial', concretamente de su portal económico 'Cotizalia', y su título original, que se ha perdido entre tantos envíos por Internet, es el siguiente: "Alemania debe condicionar la ayuda europea a España". Y más importante es el dato de que no es un artículo firmado únicamente por Stefanie Müller, sino que está elaborado en conjunto con el español Roberto Centeno, catedrático de Economía y habitual en medios de comunicación de ideología de derecha o ultraconservadores.

Pues bien, en tal artículo se vertían una serie de afirmaciones muy rotundas y muy críticas con España, tan rotundas que ha roto todas las fronteras y circula dentro y fuera de nuestras fronteras con mucho éxito. El escrito se realizó con ocasión de la reciente visita de la canciller alemana Angela Merkel a Madrid, así como de la élite empresarial germana, en pleno contexto de búsqueda de soluciones para el rescate financiero español.

Entre esas demoledoras afirmaciones, se aseguraba que "España no es Grecia, pero España puede ser un paciente crónico si Alemania, junto con Europa, no contribuye a solucionar sus verdaderos problemas". Además, cree que "España no debería recibir más dinero sin que se cambie a fondo el sistema político y económico, hoy en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones políticas". De ahí que gustara tanto entre colectivos críticos con el sistema político, en línea del movimiento ciudadano 15-M.

También denunciaba que "las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público -234.000 millones frente a 118.000 el Estado en 2011-, excluyendo la Seguridad Social -23.000 millones-, y este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables". El artículo tacha a España de país, por una parte, con posibilidades económicas, pero también afirma que somos un país gobernado por corruptos que legalizan ese sistema haciéndose y controlando el poder.

También gustó su artículo porque no responsabilizaba a los ciudadanos: "Las razones verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos -un 60 % de la población ocupada gana menos de 1.000 euros/mes-, ni pensiones demasiado altas -la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE-15- ni pocas horas de trabajo, como se ha trasmitido a veces desde Alemania". Como se ve, al igual que reparte palos para España, también salva su mala fama ganada en otros círculos extranjeros, en concreto Alemania, donde se nos suele ver como un país 'de fiesta' y poco 'de trabajo'.

Recoge también el escandaloso choque entre ministros, el de Soria y Montoro, concretamente, a comienzos del mes de septiembre: "El ministro de Industria Soria -imputado también por corrupción urbanística en Canarias- acusó al ministro de Hacienda en el Consejo de Ministros de favorecer descaradamente a la empresa líder de renovables, Abengoa, de la que había sido asesor, en la nueva regulación de estas energías, que reciben más de 7.000 millones de euros de subvenciones anualmente. Y Rajoy, al que entregó una carta probatoria, ni dijo ni hizo absolutamente nada".

Pero es especialmente crítico con el sistema político, al que califica de oligarquía: "Claramente, la joven democracia española tiene todavía muchos déficits de representatividad y de democracia que deberían interesar a la canciller Merkel y también a Europa (...) Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y corrupto se destroce talento y creatividad y que ahora muchos jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania".

El artículo es un éxito. Dice muchas verdades, por supuesto, y nos sirve para reflexionar, pero también ha estado envuelto en un halo de leyenda que no se corresponde con toda la realidad, como que era un artículo "publicado en varios medios de Alemania", cuando no era así, sino que apareció en un medio nacional, y que tapó la co-autoría del español Centeno.