2-6, 6-4 y 7-6 perdió el español ante el ya dos del mundo
Masters de Miami: Ferrer, al borde de la hazaña ante un Murray que le ganó en la muerte súbita
domingo 31 de marzo de 2013, 21:28h
El tenista escocés y nuevo número dos del mundo, Andy Murray, se ha hecho con el título en el Masters 1.000 de Miami, segundo de la temporada, después de romper el sueño del español David Ferrer en la final, al que venció por 2-6, 6-4 y 7-6 (1), consiguiendo su octavo torneo de esta categoría y el segundo de la temporada.
El español tuvo el partido en su mano, llegando a disponer de una
bola para hacerse con el segundo Masters 1.000 de su carrera, el primero
ante un tenista de categoría élite, pero los nervios y el potencial de
Murray impidieron que el alicantino se llevara la victoria. El escocés
luchaba por volver a imponerse en un Masters, después de no conseguir
ninguno en 2012 y se acabó haciendo con el octavo torneo de esta
categoría de su carrera.
Ferrer ya avisó el viernes, cuando venció a Tommy Haas en
semifinales, de que debía empezar el partido "muy concentrado" si quería
tener opciones de cara al título. Y así lo hizo. El de Jávea arrancó la
final jugando al máximo nivel, manejando a Murray y llevándolo de un
lado a otro de la pista, lo que pilló completamente desprevenido al
escocés.
El número tres mundial, que se alzará este lunes con el número dos
después de su triunfo en Miami, no acababa de encontrarse cómodo sobre
la pista del 'Stadium'. El escocés cometía errores desde el primer juego
y Ferrer se aprovechaba de ello para hacerse con un 'break' a las
primeras de cambio (2-0), después de que Murray desperdiciara dos
oportunidades para haberlo conseguido en el primer juego.
Murray estaba espeso y Ferrer disfrutaba de los mejores minutos
del torneo, lo que llevó a firmar un 5-0. El escocés parecía ausente
mientras que el alicantino caminaba con paso firme hacia la victoria en
el primer set, pero el británico no estaba dispuesto a morir sin luchar.
Se hacía con su primer juego y, justo después, convertía su primer
'break' del partido (5-2). Parecía que empezaba a verse al verdadero
Murray, pero volvía el del inicio del partido para dejar escapar un 6-2.
El escocés tenía claro desde la mitad del primer parcial que debía
centrarse en el inicio del segundo. Consiguió sembrar las dudas sobre
el saque de Ferrer con un 0-30, pero el alicantino las solventaba
remontando y adjudicándose el juego (1-0). Sin embargo, el de Jávea no
pudo controlar durante mucho tiempo a Murray, al de verdad, que aparecía
para hacerse con un 'break' y situarse con 3-1.
Era la primera vez que el escocés se veía por delante en el
marcador y sólo tenía que hacer frente a sus propios nervios al
servicio. Hasta el momento, el escocés no tenía el día cuando le tocaba
poner la bola en juego (con un 48 por ciento de primeros servicios) y
Ferrer aprovechaba para presionar desde el resto, demostrando que es uno
de lo mejores tenistas del circuito en este aspecto.
El alicantinto desperdiciaba dos bolas de 'break' en el sexto
juego (4-2), pero utilizaba la siguiente que tuvo para igualar (4-4). La
intensidad del juego había crecido considerablemente con respecto al
primer set y el público demandaba un tercero, deseo que cumplió Murray
con el 6-4.
SET DE NERVIOS Y DE IMPRECISIONES
El partido se descontroló al inicio del tercer parcial. Ni Murray
ni Ferrer supieron mantener los nervios en los momentos clave y se
golpeaban el uno al otro continuamente, sin guardar la calma cuando
debían hacerlo. El escocés arrancaba consiguiendo un 'break' pero era
incapaz de confirmarlo con su saque (1-1), algo que se volvería a
producir en los dos juegos siguientes (2-2). Y también en los siguientes
(3-3).
Seis rupturas en seis juegos, algo muy poco habitual en una final
de un torneo masculino. Ninguno de los dos finalistas parecía querer
llevar el control del partido hasta que Ferrer rompió la tónica que
había dominado hasta el momento, conservando su servicio (4-3). Murray
también conseguía cambiar el 'chip' y conseguía la igualada (4-4) para
después volver a las andadas.
El escocés se hacía con una nueva ventaja con un 'break' y servía
para cerrar el partido por 6-4, pero las dudas volvieron a sobrevolar el
servicio del escocés, que volvía a verse quebrado. El ánimo de Ferrer
había cambiado por completo, el alicantino se vino arriba y tiró de
casta para imponerse en su saque (6-5) y asegurarse el 'tie-break'
después de perder una bola de partido por culpa del 'ojo de halcón'. Ese
punto desconcentró por completo a Ferrer, que acabó sucumbiendo en la
muerte súbita.