Bodegas Olarra amplía sus perspectivas de mercado gracias al premio a la Mejor Bodega Española

Bodegas Olarra lleva produciendo excelentes caldos desde su fundación en 1973. En sus cuarenta años de trayectoria ha querido marcar la diferencia combinando tradición vitivinícola e innovación tecnológica. El reconocimiento al esmerado trabajo de estas décadas le llega en forma de galardones que en los últimos tiempos no para de cosechar. Esta bodega ha obtenido seis Medallas de Oro, dos de Plata y cuatro de Bronce en certámenes internacionales tan importantes como el International Wine Challenge, Challenge International du Vin o Berliner Wein Thropy, ahora se ha llevado el premio Mejor Bodega Española del certamen International Wine&Spirit Competition, que se celebra en Londres.

"Nuestra meta no es conseguir medallas sino hacer vinos de la máxima calidad, técnicamente perfectos y que gusten a los amantes de los buenos vinos, todo ello a un precio competitivo", explica Candido Latorre, director de exportaciones de Bodegas Olarra. Actualmente dos de sus vinos están en el Top Ten de www.wine-searcher.com, web que clasifica los vinos relacionando su calidad con puntos y medallas conseguidas a nivel internacional. Para Bodegas Olarra el galardón Mejor Bodega Española ha significado "un impulso sin parangón en términos de marketing y visibilidad" en el mercado internacional ya que "en el extranjero están muy acostumbrados a realizar las compras teniendo en consideración las opiniones de expertos reconocidos".

Los certámenes internacionales del mundo del vino reúnen a los productos más selectos de los cinco continentes y se basan en un sistema de catas a ciegas, que siempre están formadas por grupos de expertos en la materia, por lo que el resultado no depende del criterio de una sola persona. "Cualquiera puede presentarse pero a medida que se van superando catas el nivel de exigencia llega a lo más alto. Lo realmente excepcional, como es el caso, es lograr resultados tan buenos con casi todos los vinos que presenta una misma bodega".

Estos éxitos avalan su filosofía, un método propio a la hora de producir sus vinos, cuyo pilar básico -unido a la combinación de innovación y técnicas tradicionales- es controlar la calidad desde la viña. "Sólo seleccionamos las mejores uvas que cumplen estrictas condiciones en cuanto a estado sanitario y punto de madurez idóneo. Nuestro equipo de enólogos vigila permanentemente el viñedo para asegurar dicha calidad y además realizamos la vendimia por parcelas y prolongamos las maceraciones con hollejos".

No sólo sus vinos resultan premiados, sus instalaciones han obtenido el premio "Best of Wine Tourism" por su arquitectura. Su sede es un edificio con forma de "Y" de 18.000 m2 engalanado con 111 cúpulas hexagonales, que han sabido adaptar a la creciente demanda de turistas interesados en visitar bodegas y conocer de primera mano los entresijos de la producción del vino. Bodegas Olarra ofrece visitas guiadas, cursos de catas y degustaciones, con la finalidad de "acercar al consumidor" su filosofía y transmitirle "el cariño por esta profesión".