Interior busca una manera de agilizar la devolución de los inmigrantes que entran a Ceuta y Melilla

en febrero a su homólogo marroquí, Mohamed Hassad, que las devoluciones fuesen "inmediatas". El Gobierno pretende que la UE concluya el acuerdo de readmisión global que negocia desde hace una década con Rabat. El acuerdo de readmisión hispano-marroquí choca de lleno con la ley de Extranjería, más garantista hasta el punto de que estipula que el inmigrante tiene derecho a asistencia letrada antes de ser devuelto. De ahí que en febrero el Gobierno español haya creado un grupo de trabajo para reformarla.

El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, subrayó ayer que la Guardia Civil sólo ha vetado el uso de material antidisturbios para contener los intentos de entrada de inmigrantes "en el agua" y dio por hecho que aquellos subsaharianos que sean interceptados nada más pisar la ciudad autónoma serán devueltos a Marruecos porque alcanzar la playa "no significa que estén en España". La autoridad gubernativa insistió en que las pelotas de goma están "para ser usadas" si hay una agresividad extrema por parte de los inmigrantes" y que su utilización debe ser evaluada "no por los políticos sino por los técnicos".


FERNÁNDEZ DÍAZ: "EL DEBATE POLÍTICO EN ESPAÑA FAVORECE A LAS MAFIAS"

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, analiza en una entrevista concedida ABC la presión migratoria que sufre España en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. "La actual presión migratoria puede convertirse en crónica, y ante el comportamiento violento de los últimos grupos de inmigrantes que han intentado saltar las vallas de ambas ciudades, es responsabilidad del Gobierno la ejecución de medidas efectivas (...) Todas las medidas, adoptadas por un Estado de Derecho que respeta en todo momento los derechos humanos, no tienen otro fin que el de disuadir a los inmigrantes irregulares", señala.