La carrera socialista en Diariocrítico: lea la entrevista con el 'cerebro' del PSC en Barcelona

P.- ¿Por qué cree que dimitió Pere Navarro?
R.- El debate soberanista ha desgastado al PSC y a su líder. La gestión de la pluralidad del partido ha sido problemática. En un contexto de máxima tensión soberanista se han producido conflictos internos. Además, la marcha de Navarro es también resultado de la caída en las europeas. Rubalcaba se fue y eso creó un precedente.

P.- El PSC ya ha resuelto el relevo de Navarro con Miquel Iceta. ¿Quién cree que es el candidato favorito de los socialistas catalanesl para sustituir a Rubalcaba?
R.- El PSC apuesta por los tres candidatos. No se ha posicionado. Fue un error que pareciese que en el Congreso de Granada teníamos una candidata (Carme Chacón). Por eso, el PSC no avala a nadie. Tampoco la Federación de Barcelona y así cada uno de sus miembros podrá votar a quien quiera con entera libertad. No obstante, sí se respira en Barcelona la idea de que entre las bases el candidato que cuenta con un apoyo mayoritario es Eduardo Madina. Por aquí tenemos el pálpito de que ganará Madina. 

P.- En todo caso, el PSC está en sus horas más bajas. ¿Cómo puede remontar?
R.- Recuperando la coherencia de un partido de izquierdas. poniendo en el frontispicio el principio de igualdad de género, de clase, de origen, de todo... Y en el contexto actual, poniéndose al lado del débil, que cada vez incluye más a las clases medias. Eso es lo que tenemos que representar sin ambigüedad, desafiando a la lógica de un mercado que ha hecho más fuertes a los poderosos y ha debilitado a las clases medias y a los trabajadores.En el debate soberanista, el PSC también debe ser muy claro y decir que queremos una consulta para votar no a la independencia. Eso no es un sí a como está en estos momentos España. Lo que hay que hacer es un nuevo pacto para ofrecerlo cuando se produzca la consulta si es que esta llega a celebrarse.

P.- Usted fue elegido como alcaldable del PSC en unas primarias, pero muchos las han tildado de fracaso...
R.- Fue un experiencia democrática mejorable, pero es mucho más criticable que cuatro dirigentes de un partido se sienten en una mesa de un restaurante y decidan quién encabezará un determinado proyecto. Ese es el caso de Xavier Trias, que ha sido elegido a dedo por Artur Mas. Hay que mejorar la participación en las primarias, porque, al no haber tradición, es todavía escasa. Ahora, se celebrarán las de ERC. A ver cómo les va. Seguramente, cuando acabe ese proceso, se verá que las del PSC no han sido un fracaso.

P.- Miquel Iceta será el nuevo líder de los socialistas catalanes. ¿Cómo es posible que nadie más haya tenido interés en dirigir el partido?
R.- Ha habido tres candidatos, aunque solo Iceta ha reunido los avales necesarios. Es lógico que muchos alcaldes no hayan querido ocupar el cargo, porque, a un año de las municipales, no se puede pedir a nadie que deje su ciudad.

P.- El PSC planea hacer unas nuevas primarias para elegir a su candidato a la presidencia de la Generalitat. ¿Se presentará?
R.- No. Mi compromiso es con Barcelona y lo cumpliré. Este compromiso es incompatible con cualquier otra actividad política.

P.- Ahora, uno de los críticos del partido, Joan Ignasi Elena, ha anunciado que deja el PSC. ¿Cree que debería renunciar a su escaño?
R.- En nuestro sistema, una persona consigue ser diputado porque está en un partido. Si deja el partido, debería dejar el escaño. Si hubiera listas abiertas con elección directa de los diputados por circunscripciones, las cosas serían de otra manera.

P.- ¿Qué opina de la propuesta de Mariano Rajoy de que sea alcalde el candidato más votado'
R.- Desafortunadamente, Rajoy lo plantea como un parche a una reforma que es necesaria, pero que debería ser más amplia. Si se plantearé incluir las listas abiertas, la votación por circunscripciones y la doble vuelta en las elecciones municipales, la reforma tendría sentido. Pero lo que propone Rajoy forma parte de su miedo a perder alcaldías tan importantes como la de Madrid o, aquí en Cataluña, la de Badalona. Aun así, estamos dispuestos a negociar la propuesta si se circunscribe en un marco más amplio de modificación de las leyes electorales, ya que la sociedad demanda reformas democráticas que van más allá de la de poder elegir al alcalde de forma directa.

P.- El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, pasa por un mal momento, pero el PSC no lo tiene fácil, porque le han surgido nuevos competidores como Podemos o Guanyen, el partido de Ada Colau. ¿Teme esa competencia? 
R.- Trias está tocado. El asunto Can Vies ha puesto de relieve su debilidad como gobernante y su incapacidad para afrontar los conflictos de la ciudad. Respecto a los nuevos fenómenos políticos emergentes, los leo como un mensaje del electorado progresista, que avisa a los partidos tradicionales, especialmente al PSC y a ICV, de que es necesario hacer cambios. El hecho de que alguien dé el paso de entrar en política es siempre una buena noticia. Es una trayectoria lógica para todos aquellos que, como yo, procedemos de los movimientos sociales. ahora hay que esperar a ver cómo se materializan esos nuevos partidos, porque el reto de la izquierda no es solo hacer un diagnóstico compartido, sino propuestas para solucionar los problemas. espero que estos movimientos no se queden en la queja, pasen a las propuestas y se comprometan con la gobernabilidad. Así se constituirá la izquierda transformadora.

P.- ¿Cómo hubiera resuelto usted el conflicto de Can Vies?
R.- Buscando alternativas. Can Vies está afectado por un plan para ubicar una zona verde. Es un terreno reservado para el encubrimiento de las vías del tren y la construcción de un parque tras un largo proceso participativo. Y por tanto, es de interés para la ciudad, para la colectividad. Por eso, lo que se tenía que haber hecho es buscar un equipamiento alternativo. Algo que permite la Carta Municipal de Barcelona, porque la ciudad debe tener la posibilidad de disponer de una gestión alternativa de los espacios de este tipo. Los colectivos de economía alternativa son positivos y han de tener cabida en la ciudad. A Trias le ha faltado capacidad de diálogo, no vio las consecuencias de su drástica solución. Quiso derruir Can Vies y tras cinco días de violencia, optó por reconstruir el edificio con dinero público. Esa marcha atrás es la evidencia de su fracaso, cuando un gobernante toma una decisión debe llevarla hasta el final y no montar un espectáculo bochornoso.


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