viernes 06 de marzo de 2015, 09:39h
La reunión ayer del BCE, como ayer señalaba su
presidente, se centraba en la puesta en marcha de las medidas no
convencionales de política monetaria. Por ello, en la conferencia de prensa, las primeras palabras hicieron referencia a ello. Siguiendo la
decisión adoptada el pasado 22 de enero, el BCE lanzará su programa de
flexibilización cuantitativa la próxima semana, el lunes 9 de marzo, a
la vez que mantiene la compra de ABS y titulizaciones. Comprará 60.000
millones de euros al mes hasta septiembre de 2016 o hasta ver un ajuste
sostenido de la inflación consistente con el objetivo de una tasa por debajo,
pero cercana, al 2% a medio plazo. En su alocución, Draghi aseguró que ya se
están notando los efectos de las medidas tomadas. Los últimos datos
económicos disponibles muestran una mejora de la actividad. "De cara al futuro,
se espera la recuperación económica se amplíe y fortalezca gradualmente",
señaló Draghi. De hecho, el BCE ha mejorado sus previsiones de crecimiento para
este año hasta el 1,5% desde el 1,0% que anticipó en diciembre, y para el 2016,
situándolo en el 1,9%, desde el 1,5% previsto previamente. No obstante, como
viene siendo habitual, también insistió en la importancia de que se lleven a
cabo reformas estructurales. En cuanto a Grecia, fue taxativo. No se dan las
condiciones para prestar dinero a Grecia y vincula su financiación al
cumplimiento de los términos del rescate.