La Reina Letizia, portada de Vanity Fair

De una manera involuntaria, queremos decir. Un amplio reportaje donde se cuentan todas las bondades de la reina que tenemos en un más que probable intento de reconducir las encuestas de aceptación que, por cierto, están dándole una buena nota.

En el reportaje se acepta que sí que tuvieron una crisis matrimonial, como todas las parejas, y que el principal enemigo de Letizia no era el Rey Juan Carlos si no Urdangarín. Lo que sí es cierto es que la reina no ha cometido todavía ningún error que tenga importancia salvo alguna contestación desairada pero muy puntual.Y lo que sí es cierto, y este reportaje recalca mucho, es que Letizia es una gran trabajadora y que se toma muy en serio lo que hace, estudia todo de manera muy pormenorizada y se implica. Otro rasgo suyo que me parece bastante admirable es que se niega a que la intimidad de su hogar sea la de unos reyes. Para lograrlo ella es quién despierta a las infantas, quién las viste y quién les hace el desayuno. Y si puede las lleva al colegio. Parece una idiotez, pero no lo es.