El repunte continuado de las matriculaciones de vehículos nuevos, que acumula 22 meses de subidas, está provocando que siga cayendo su ratio frente al usado, que hasta junio se sitúa en sólo 1 a 1,6, cuando hace sólo dos años estaba en 1 a 2,1.
Por otro lado, son los vehículos de hasta cinco años de antigüedad los que están impulsado el mercado de usados. Así, los seminuevos de 0 a 3 años incrementaron sus operaciones un 17,6% entre enero y junio, mientras que los que van de 3 a 5 años se “dispararon” un 26,6%.
La gran demanda de estos coches está haciendo que haya un déficit de vehículos en stock, que afecta sobre todo a los de hasta tres año de edad, de los que faltarían unas 15.000 unidades en lo que va de año, según datos de la consultora MSI.
Otra de las consecuencias de este cambio de tendencia en el mercado, que prioriza los modelos “jóvenes”, es que el valor residual medio (depreciación de un vehículo teniendo en cuenta su edad, kilometraje e imagen de marca) de los coches transferidos se ha incrementado un 20% en el último año, situándose en los 10.573 euros, según MSI.
En este sentido, el presidente de Faconauto, Jaume Roura, ha indicado que “el impulso de las ventas de vehículos nuevos, gracias al PIVE, está afectando a la evolución del usado, donde ahora los protagonistas son los modelos de hasta cinco años, en detrimento de los mayores de diez años, muchos de los cuales han acabado achatarrados y fuera del circuito, renovando el parque y saneado el mercado de coche usado”.
Aun así, parece imparable el envejecimiento de los vehículos de ocasión que se venden en nuestro país, el 51% de los cuales tiene actualmente más de diez años. De esta manera, al final de año, los vehículos transferidos tendrán una edad media de casi 11 años.