Las ventas en China se han ralentizado, es un secreto a voces, sobre todo en el último año. Un cambio importante, después de años en los que los crecimientos de dos dígitos dejaron de ser noticia. Aun así, el futuro a largo plazo sigue siendo prometedor para la automoción de este país
. Se espera que en 2020 se vendan 30 millones de vehículos, dado que sólo una de cada diez personas tienen vehículo en China, y gracias, en gran medida, a las ventas en las zonas rurales, donde las matriculaciones gozan de buena salud, sobre todo en lo que se refiere a modelos baratos y SUVs.
Esta novedad en el mercado chino ha favorecido a las marcas locales, como Great Wall y Chery, pero también a General Motors, que es el único fabricante global que tiene su propia marca “low cost” en China.
Se trata de Baojun, que empezó a operar en 2010 y que es una joint venture entre GM y SAIC. Su modelo estrella actualmente es el Baojun 560, un SUV que está siendo muy demandado fuera de las grandes ciudades, justo donde el mercado crece más.
Las ventas de Baojun crecieron un 300% el año pasado, con 159.000 unidades vendidas. Ahora, el 560 compite con modelos parecidos de otras marcas, en un arranque que parece prometedor: la semana pasada, en las primeras 24 horas desde su lanzamiento, tuvo 15.000 reservas.
Su precio oscila entre los 12.500 y los 14.700 dólares, compitiendo con otros modelos de la propia GM. Por ese precio, el comprador tiene cinco estrellas de seguridad, una pantalla de 8 pulgadas para un sistema de infoentretenimiento y elementos como cámara trasera o control electrónico de estabilidad.
Este éxito de un modelo recién llegado ha disparado el optimismo en GM, que se están viendo capaces de adaptarse rápidamente a un mercado que se muestra tan cambiante como el chino.
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