El polifacético Chema Vílchez nos regala un llibro de relatos para reflexionar

¿Puede la lectura de un relato transformarnos? Tras el sugerente título, "Por qué el destino puso este libro en tus manos" el lector hallará la respuesta, o mejor dicho, las respuestas. Y es que en los veintinueve relatos que se recogen en este volumen, Chema Vílchez nos proyecta una amalgama de imprevisibles situaciones y personajes inolvidables que se convertirán en un ineludible espejo vital.

Por sus páginas, escritas con una profunda intensidad emocional y un estilo que aúna sensibilidad y lucidez, recorreremos una amplia variedad de sentimientos humanos e historias capaces de transformarnos. Como “Amina” trata el drama de una mujer afgana, o “Pateras”, la historia de un joven que, huyendo de la guerra en África, cae al mar. Encontraremos “Motas de polvo” donde se narran las vivencias de un hombre que pasa inadvertido para todo el mundo; “El Discurso” donde un candidato político fuera de lo común gana las elecciones.

También la historia de un terrorista antes de cometer un atentado; la epopeya del insigne profesor Oldton descubriendo la forma de acabar con los males del planeta; lo que ha de sucedernos un minuto antes de morir; el encuentro con un extraterrestre o la última peripecia de “El Maestro de Tantra”, protagonizado por un pervertido profesor de yoga que utiliza sus supuestos conocimientos para seducir a sus alumnas.

Sabiduría para estos tiempos

Y así hasta veintinueve relatos directos, sin engolamientos, con múltiples lecturas y con una profunda sabiduría conectada a los convulsos tiempos que vivimos. Cuentos que nos abren la puerta a lo esencial, a un mundo lleno de sentido y de belleza embriagadora, más allá de lo aparente. Historias, a veces verídicas, que quedarán prendidas en la memoria del lector impregnando sus recuerdos de emociones positivas. Y todo ello acompañado por las ilustraciones de Carmen Redondo, una brillante y original artista plástica que ha sabido representar de manera magistral la esencia de cada narración.

Si alguien les dice que es un excelente libro de cuentos, no le crean, es mucho más que eso. Pero tengan cuidado, una vez se sumerjan en el rito que el autor propone, leyéndolos durante un ciclo lunar, veintinueve noches, posiblemente nunca vuelvan a ser los mismos. Entonces comprenderán, complacidos, porqué el destino puso este libro en sus manos.

Lo dicho/escrito: los genios, genios son. Con Chema Vílchez a la cabeza.