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Vistoso quite de Roca Rey a su primer toro.
Vistoso quite de Roca Rey a su primer toro. (Foto: Juan Pelegrín)

Un Roca Rey espectacular y valiente salva una tarde con nueve pésimos toros

> El peruano, variado con el capote, hizo lo único destacado con un encierro flojo y sin casta

domingo 15 de mayo de 2016, 23:09h
Hay que ser buen torero, sí, pero, además es menester, justo y necesario venderlo. Dicho/escrito sea sin acritud, sino como elogio. Porque los festejos taurinos se montan en teoría para el público, aunque por desgracia sin contar con él para nada. Y cuando salen bureles basura, haasta nueve, como este 15 de mayo en Las Ventas, hay que apostar por el espectáculo, siempre dentro de la ortodoxia. Y el novísimo Roca Rey, además muy valiente, es un hacha en tal sentido. El peruano, sin triunfo rotundo, fue el protagonista que eclipsó a un Talavante casi inédito y a un Posada confrmante de alternativa muy espeso.

Andrés Roca Rey parece haber venido para quedarse. Con una confianza en sí mismo y un saber estar en la plaza, aunque en el día del patrón de a Feria a la que da nombre, no saliera a hombros, como en sus dos anteriores una de novillero en el inicio de la temporada venteña de 2015 y otra el pasado viernes en su confirmación, sí que supo ser el protagonista de una mala película, por la invalidez y descastamiento y flojera ayana en la invalidez de los 9 toros 9 -de tres divisas-, que iba camino del desastre y aburrimiento total en los quintos (salieron tres), y ganarse de nuevo el respeto y admiración del cotarro.

El peruano, que con su variedad capotera no perdonó un quite en los suyos ni en los de Talavante, siempre con máxima exposición por su quietud, perdió pie en ese primero de sus segundos enemigos después de un arriesgado quite, y cuando se presagiaba la tragedia, supo rodar de forma espectacular sobre sí mismo y de un atlético salto ponerse en pie, recibiendo una atronadora ovación. El bicho, quizás sorprendido, también cayó, y el usía lo mandó a corrales.

Salió el sobrero, tambien de Juan Pedro, y Roca asustó ahora al púlico con un escalofriante quite por gaoneras con los pitones rozándole la yugular y un remate con una larga afarolada de rodillas. De nuevo el animal hocicó la arena por su invalidez y también fue devuelto. Y ya con el siguiente, de José Luis Marca, volvió a jugarse la vida, en esa ocasión con la flámula, aguantando parones en su toreo en redondo tras unos emocionantes estatuarios. En definitiva, que el peruano, que lo había intentado también con su primero, misión imposibe por su invalidez, era del único que se hablaba al término de las casi tres horas de festejo.

Porque Talavante sólo pudo apuntar algunas suertes de buen trazo con percal y muleta frente a un lote flojo y sin emocion. Y el toricantano Posada de Maravillas, autor de la faena más artística como novillero en el cilco isidril de 2015, dejó una pobre imagen, al no acoplarse con el de la ceremonia -salvo el recibo con unos suaves delantales-, que se dejaba con nobleza. Ni con el último, otro sobrero -de Conde de Mayalde- con poco fondo pero al que tampoco supo sacarle ese poco que tenía.

Ficha

Cuatro toros de JUAN PEDRO DOMECQ -5º, 6º y primer sobrero, devueltos por inválidos-, mal presentados en general, flojos, descastados y nobles; 5º de JOSÉ LUIS MARCA -como tercer sobrero tras devolverse el titular y el sobrero anterior del hierro aunciado- justo de presencia, flojo y manso, y 6º, sobrero de CONDE DE MAYALDE- en susttución del del hiero titular tambien devuelto por inválido-, de feas hechuras, justo de fuerzas y descastado. ALEJANDRO TALAVANTE: silencio; silencio. ROCA REY: ovación tras aviso; ovación. POSADA DE MARAVLLAS, que confirmaba alternativa: silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 10ª de abono. Lleno de 'no hay billetes-. Asistió el rey Juan Carlos y la infanta Elena, en el tendido preferente del 2, y los espadas le brindaron uno de sus toros.

-CRÓNICA DEL FESTEJO ANTERIOR

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