PSOE: el coste del absurdo

Escuchando a algunos barones y baronesas del PSOE uno se pregunta si es que ya tienen bien calculado el costo político que tiene hacer declaraciones absurdas. Porque absurda es esa posición según la cual se asegura firmemente que se evitarán unas terceras elecciones y luego se afirma que se rechazará (por activa y por pasiva) la investidura de Rajoy como Presidente de Gobierno. A menos, claro está, que el PSOE siga queriendo repetir el desquiciado juego que mantuvo con Podemos en la pasada legislatura fallida.

Tal vez en Ferraz quieran mantener esa posición absurda el mayor tiempo posible, a la espera de que el bloqueo se resuelva por otras improbables vías. Y quizás por eso Felipe González les meta prisa: es necesario abandonar cuanto antes el absurdo viene a decirles en el artículo del diario El País de este jueves.

Es sabido que el PSOE se encuentra en una encrucijada difícil. Por la izquierda siente la presión de quienes le califican de favorecer la formación de un gobierno del PP, pero desde el centroizquierda le exigen responsabilidad de Estado y le piden –como Felipe González- que dejen gobernar al otro. Y es desde este sector del electorado que crece la molestia con ese mantenimiento de la posición absurda. Porque puede que mantener la indefinición o la contradicción lógica permita un respiro al PSOE, pero daña la situación del país.

Felipe González decía con frecuencia que si hay algo que le molesta en la izquierda es cuando se empeña en llenar de razón a la derecha. Pues eso es precisamente lo que está haciendo el PSOE: convencer al electorado conservador que los socialistas carecen de responsabilidad política, que no tienen sentido de Estado y que ponen por delante sus problemas domésticos frente al interés común de los españoles. Claro, eso se agrava cuando también convencen de esa irresponsabilidad al electorado de centro y centroizquierda. Precisamente el electorado que necesitan para ofrecerse como alternativa al PP en algún momento futuro.

Cabe la esperanza de que no demasiado tarde se den cuenta en Ferraz que ir a unas terceras elecciones en estas condiciones sólo contribuiría a incrementar poderosamente el apoyo electoral al PP. ¿O es que las tensiones internas le enturbian demasiado la vista?