Esta vez no fue Ramos, y sí un centrocampista defensivo, Casemiro, el que dio una preciadísima victoria al Real Madrid en San Mamés, posiblemente el escollo más difícil de los que restan a los blancos fuera de casa en su camino hacia el título liguero. Tras este 1-2, la presión pasa al Barça que juega este domingo en el Camp Nou ante el Valencia.
Repetición de la jugada. O sea, del resultado. El Real Madrid, como en la anterior temporada, reconquistó la nueva 'catedral' futbolera española de San Mamés y con los goles de Benzema en el minuto 25 y de Casemiro en el 68, tras el empate que había logrado el de casi siempre, Aduriz, tres minutos antes, se lleva tres puntos que pueden ser muy importantes en la disputa del campeonato.
Porque ahora, a falta del encuentro de este domingo del Barça frente al Valencia de Voro, los de Luis Enrique están distanciados cinco puntos de los de Zidane, que, además, cuentan con la ventaja del partido aplazado frente al Celta en Balaídos. En esta ocasión, el Madrid jugó bien en líneas generales y en ningún momento dio la impresión de que iba a irse de vacío de Bilbao. Incluso después del tanto de Casemiro, siguió atacando ante un Athletic muy espeso.
En los otros partidos de la jornada 28ª el Las Palmas derrotó el viernes en el Insular al Villarreal con un gol de Boateng (1-0),m y ya el sábado Eibar y Espanyol igualaron en Ipurúa, co gol local de Kike respondido por el bvisitante de Jurado (1-1).
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