Más pareció una batalla que un partido de fútbol, con 2 expulsados, muchas amarillas y polémicas. El Barça se dejaba al final 2 puntos en el derbi catalán ante su vecino Espanyol (1-1) y acabó el año empatado en el liderato con el Real Madrid.
Pese a todo, si a los culés les hubieran propuesto hace meses cerrar así el año, en el primer puesto y con los mismos puntos que su rival histórico, lo hubieran firmado sin pensar. Y es que 2022 ha sido muy difícil para un Barça que finalmente superó sus peores problemas económicos y ha sido eliminado 2 veces de la Champions consecutivamente, terminando en la Europa League.
Este derbi ante el Espanyol empezó muy bien, con un rápido gol de Marcos Alonso en el minuto 7, pero que no pudo confirmar con más tantos a lo largo del encuentro. A la salida de un córner, el central madrileño -uno de los 2 titulares culés no mundialistas- remataba a gol una jugada en la que previamente habían intervenido Lewandowski y Christensen, su asistente.
El gol no cambió los planes de unos y otros. El Barça seguía generando peligro y el propio Marcos Alonso pudo firmar su segundo gol tras un centro de Jordi Alba. Minutos más tarde era Raphinha quien amenazaba la portería de Álvaro Fernández. El Espanyol, por su parte, gozó de una única aproximación en todo el primer tiempo, un disparo de Nico desde la frontal que terminó en córner.
Empate de penalti
La segunda parte avanzaba sin demasiadas noticias hasta que el árbitro pitaba un penalti de Marcos Alonso sobre Joselu, que no perdonaba desde los 11 metros. Era el minuto 71 y el partido se asomaba a un final imprevisible. Necesitaba un gol el Barça para cerrar el año de la mejor manera posible. Pero el tramo final de partido tuvo un desenlace que nadie imaginaba.
El árbitro Mateu Lahoz hizo de las suyas y la lió. Jordi Alba era expulsado por protestar una falta. La secuencia de tarjetas fue interminable: 7 para el Barça (con la roja a Jordi Alba incluida y hasta 3 para el banquillo culé) y otras 4 para el Espanyol, que también sufrió la expulsión de Vini Souza en el minuto 80. En esa misma acción el árbitro había expulsado también a Calero pero finalmente, mediante el VAR, la acción del central quedó en nada porque no pisó la cabeza de Lewandowski de manera intencionada. El Camp Nou hervía.
Se sucedían las tarjetas y el balón tenía escaso protagonismo. El ratito que se pudo jugar a fútbol fue el Barça quien fue a por el gol. Los que más cerca han estado estuvo de marcarlo fueron Christensen y Lewandowski, por partida doble, que sin embargo vieron cómo Álvaro Fernández se multiplicaba para evitar la derrota visitante.
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