En el minuto 94 pero con merecimiento de no haber sufrido tanto, el Real Madrid debutaba ayer en la Champions League en horario vespertino y con victoria sufrida, como decimos, por un 1-0 en tiempo de descuento.
El rival, el Unión de Berlín, que como se dijo, pese a no ser un equipo reconocido a nivel europeo, iba a dar problemas por su férrea defensa, que llaman "el muro de Berlín" por algo...
Los germanos aguantaron 32 disparos, 7 entre los 3 palos, 2 postes, 16 córners, innumerables ocasiones blancas... pero sólo un rebote en el área aprovechada por el imparable Jude Bellingham logró el milagro en el marcador.
Al final, el Madrid suma su sexta victoria en los 6 partidos oficiales de esta temporada (5 de Liga, uno de Champions), el mismo número de goles que lleva el inglés, que sin ser delantero está llevando una estadística inimaginable.
Primer tiempo gafado
La primera mitad, salvo la ocasión que evitó Rüdiger nada más comenzar el partido, fue un monólogo del equipo español. Los de Ancelotti recuperaban el balón a gran velocidad, pero no llegaban al área rival con claridad por el trabajo defensivo del conjunto alemán.
Sólo en 2 ocasiones estuvieron cerca de sorprender al Unión. Ambas con Joselu como protagonista. En la primera, Bellingham puso el balón a la espalda de la zaga y el testarazo del delantero a los 3 minutos terminó en las manos de Rønnow. Poco después, fue Lucas Vázquez el que centró desde la banda derecha y el remate de cabeza del internacional español no encontró portería por centímetros.
En el segundo tiempo, más de lo mismo
La segunda parte, en la que los de Ancelotti acumulan 8 de sus 11 goles oficiales, fue muy distinta. De hecho, el equipo blanco pudo adelantarse en una doble ocasión que tuvo Rodrygo en el 51’. Su primer remate, tras una veloz jugada personal, se estrelló en el cuerpo de Rønnow, el rechazo llegó a Lucas Vázquez, que centró y el acrobático remate del brasileño pegó en el poste.
4 minutos después, Camavinga puso el balón atrás y el zurdazo de Joselu dentro del área fue desviado en primera instancia por el portero y en segunda por Bonucci, que lo mandó a córner con la cabeza.
Eran los mejores momentos del Madrid, que estaba lanzado a por el gol, y de nuevo lo volvió a evitar el poste. Centró Rodrygo en el 62’ y el testarazo de Joselu fue desviado por Rønnow y, a continuación, impactó en el palo. 7 minutos más tarde, lo intentó Modric con un zurdazo desde la frontal que se encontró como respuesta una estirada del guardameta.
Transcurrían los minutos y el gol para los blancos se estaba resistiendo. Pudo llegar en el 15º córner que lanzó el conjunto local, pero el remate de Rüdiger en escorzo dentro del área se marchó alto.
El milagro
Las ocasiones seguían sucediéndose. Centró Bellingham en el 83’ y el complicadísimo remate de espaldas de Joselu no encontró portería por centímetros. 3 minutos después, Brahim puso el balón en el área, Rodrygo se lo acomodó con la espuela y su posterior remate terminó en las manos de Rønnow.
Y cuando parecía que el partido iba terminar empatado, surgió Bellingham con su milagro. El inglés aprovechó un rechazo tras un disparo de Valverde, al saque de otro córner, desde la frontal para sellar la merecida victoria de los de Ancelotti.
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