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Presidente de la Fundación Sindical de Estudios y miembro de la Comisión Ejecutiva Confederal de CC.OO

Son muchas las razones para una iniciativa sindical frente al terrorismo, por la paz y la libertad

Son muchas las razones para una iniciativa sindical frente al terrorismo, por la paz y la libertad

martes 09 de enero de 2007, 14:18h
Los derechos de los trabajadores son indisociables de los derechos de ciudadanía, y como tales sólo pueden ser amparados y progresar en un régimen de libertades. De ahí que el movimiento sindical haya sido siempre vanguardia en la lucha por la libertad y la democracia bajo dictaduras y totalitarismos de cualquier signo que negasen los derechos y libertades democráticas. Y por idénticos motivos son baluarte para la profundización de la democracia una vez alcanzada ésta, porque es en democracia donde pueden ir realizándose los anhelos de justicia social que dan razón de ser al sindicalismo confederal. En consecuencia, todo aquello que atenta contra la democracia nunca ha dejado indiferente al movimiento sindical, que ha reaccionado con determinación en cualquier circunstancia y cualquiera que fuese la naturaleza de los peligros que la amenazasen.

De todo lo anterior han sido un clarísimo exponente los sindicatos españoles CC.OO. y UGT, ya fuese en su lucha contra el franquismo primero, contra las intentonas golpistas después, y frente al terrorismo etarra cada vez que han intentado doblegar la voluntad democrática de la ciudadanía recurriendo a la violencia y la extorsión. A fin de cuentas, terrorismo y fascismo se ha retroalimentado a lo largo de la historia, brindándose recíprocamente todo tipo de pretextos para limitar las libertades y cercenar la democracia. Terroristas y liberticidas son de la misma especie.

No han sido pocas la ocasiones en las que las Confederaciones Sindicales han tomado la iniciativa antes que ninguna otra fuerza política o social para responder a los atentados y asesinatos de la banda terrorista y, lejos de hacerlo por un afán protagonista, lo han hecho precisamente para facilitar la unidad de todos los demócratas por encima de rivalidades partidistas. Dando el primer paso, UGT y CC.OO. han propiciado la participación de partidos políticos, asociaciones y de las más diversas organizaciones, orillando tensiones coyunturales electoralistas o de otro tipo, para anteponer el empeño común de vencer al terrorismo reafirmando la fortaleza de la democracia española y de sus instituciones.

El reciente atentado del pasado 30 de diciembre en la terminal T-4 del aeropuerto de Barajas, que ha costado la vida a dos trabajadores, que tenían su puesto de trabajo en Madrid y Valencia, requiere una gran respuesta lo más amplia posible y reviste tales características que, ineludiblemente, hacen que quienes deben sentirse directamente concernidos son los sindicatos confederales y democráticos. Pero, además, el movimiento sindical no puede ignorar que cuando más necesaria es la unidad de todas las fuerzas democráticas, la reacción inmediata tras el atentado ha venido marcada más por la controversia política que por la convergencia frente al único causante de la tragedia, que ha sido ETA.

Igualmente, debe ser motivo de reflexión para los sindicatos el hecho de que se haya adelantado la AVT a organizar concentraciones y manifestaciones en distintas ciudades, en las que se ha abundado aún más en la polarización política contra el Gobierno y su presidente, así como a la práctica totalidad de los Grupos Parlamentarios, y ello contando con la aportación aditiva y la presencia de los dirigentes más relevantes del principal partido de la oposición. Nada de esto contribuye a la derrota del terrorismo, por el contrario, los terroristas han conseguido, por un instante al menos, sembrar la discordia entre los demócratas con su sanguinaria acción. Esta desafortunada incidencia política es un motivo añadido para que sean los sindicatos quienes tomen una iniciativa capaz de recomponer la máxima unidad democrática y responder con la mayor amplitud al atentado de Barajas.

Así lo han entendido CC.OO. y UGT de Madrid, con la iniciativa de convocar una gran manifestación “Contra el Terrorismo y por la Paz” el próximo 13 de enero en Madrid. Con esta iniciativa, con este emplazamiento a la unidad de todos los demócratas contra el terrorismo, de todas las fuerzas políticas y sociales, por la paz y la libertad, pueden atemperarse las disputas entre unos y otros partidos por ver quién se alza con un papel más protagonista. Con esta iniciativa también se pretende conseguir desterrar los intereses partidarios y cortoplacistas, al mismo tiempo que la capacidad de convocatoria y la considerable influencia social de los sindicatos, son condiciones determinantes para lograr una masiva participación de la ciudadanía.

Esta iniciativa de movilización contra el terrorismo y por la paz no debe quedar reducida a Madrid, aunque haya sido en esta Comunidad Autónoma donde se ha materializado este último y brutal atentado terrorista. Le corresponde al movimiento sindical confederal tomar la iniciativa, precisamente por su capacidad demostrada ya en otras ocasiones, de aunar voluntades, de sumar esfuerzos, de favorecer la unidad.

Precisamente, si esto se hubiera dado, sin precipitaciones, pero con decisión, quizá nos hubiéramos ahorrado nuevas controversias entre las fuerzas políticas, como la originada con motivo de la manifestación convocada también para el próximo 13 de enero en el País Vasco por parte del Lehendakari.

Atacados como trabajadores y como demócratas, al movimiento sindical le corresponde tomar la iniciativa para sumar a favor de la democracia y contra el terrorismo.
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