Una mujer mata a su madre clavándole unas tijeras en el corazón

El suceso tuvo lugar en el número 69 de la calle de Ponzano, en el distrito de Chamberí. Hasta ese lugar se desplazaron efectivos del Cuerpo Nacional de Policía tras ser alertados por las llamadas de varios vecinos que avisaron a los servicios de emergencias al haber escuchado gritos y haber detectado la presencia de humo en el piso cuarto, puerta 6, del citado inmueble.

Después de tirar abajo la puerta del domicilio, la Policía se encontró el cuerpo ya sin vida de una mujer de unos 69 años, identificada como María África E.F. Según explicaron fuentes de Emergencias Madrid, la anciana presentaba varios traumatismos en la cabeza y tenía unas tijeras clavadas a la altura del corazón.  

En el mismo domicilio, se encontraba su hija, de unos 40 años, María África M.E., que, según los primeros indicios, sufriría graves trastornos psicológicos. Al parecer, una discusión con su progenitora habría motivado la agresión. La mujer, que fue hallada en estado semiinconsciente, fue trasladada por los servicios médicos hasta el Hospital Clínico, donde quedó ingresada bajo custodia policial.

Previamente, efectivos del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid apagaron un pequeño incendio que se había originado en el interior de la vivienda.

"Violentas discusiones"
María África M.E. era conocida entre los vecinos del barrio madrileño de Chamberí por las "violentas discusiones" que se escuchaban desde su domicilio así como por haberlo incendiado hace dos años. Así lo indicaron algunos vecinos de la calle Ponzano junto con las estudiantes de la Residencia María Inmaculada, ubicada frente a la vivienda, quienes confesaron sentirse consternadas por el trágico suceso.

Aseguraron que la hija ya había agredido a su madre en otras ocasiones y que ésta "vivía con miedo a que al final pasara lo que ha pasado". Así, María Jesús, una vecina que conocía a las dos inquilinas, afirmó que "la madre tenía que dormir con la llave echada porque tenía miedo" a su hija. "La pegaba, la había tirado por las escaleras y había tenido que estar varias veces ingresada" comentó frente al portal de la casa que compartían madre e hija.

Supuestamente, según relató María Jesús, la hija había estado ya ingresada en una clínica privada debido a problemas psiquiátricos y su madre sospechaba que los "brotes violentos" que a veces padecía se debían a "consecuencia de una anorexia" que tuvo de joven.

Sin embargo, pese "a las peleas" y las "palizas" la madre no podía tratar "mejor" a su hija, señaló María Jesús. "Al final, ha pasado lo que más se temía ella ", concluyó. Mientras, otro vecino, Rafael, que vive justo encima del piso que compartían ambas, relató que madre e hija estuvieron discutiendo "prácticamente todo el día" y que las peleas eran constantes. "Llevan mucho tiempo con broncas permanentes" aseguró.

"A los vecinos nos molestaban porque nos llamaba a deshoras para que le diéramos dinero o fuéramos a la farmacia a por medicinas", dijo. Rafael se enteró de lo que ocurría porque cuando el domingo por la  tarde la Policía golpeó la puerta de sus vecinas creyó que estaban llamando a su propia casa. "Salimos y nos encontramos con la Policía intentando abrir la puerta de la casa y los pasillos llenos de humo" relató.