Starship, el enorme vehículo de lanzamiento desarrollado por SpaceX, la compañía de Elon Musk, ha logrado despegar en su primer vuelo de prueba, pero ha explotado en el aire poco después de su despegue.
A pesar de todo, el dueño de SpaceX ha publicado un tuit donde felicita a todo el mundo y dice que han aprendido mucho para el próximo lanzamiento, que será dentro de unos meses.
Con 120 metros de altura y nueve metros de diámetro, se trataba del cohete más grande y potente en la historia de la ingeniería aeroespacial, y había sido creado para transportar satélites, materiales y astronautas a la órbita terrestre, a la Luna y a Marte.
Además de su gran tamaño, también destaca por su potencia, proporcionada por 33 motores Raptor desarrollados por SpaceX, que permiten enviar hasta 150 toneladas al espacio en cada lanzamiento, según informaba la compañía en su web.
El cohete está formado por la combinación de la nave Starship, de 50 metros de altura, y el propulsor Super Heavy, de 70 metros. Ambos están concebidos para poder ser reutilizados. Starship ha sido lanzado desde la plataforma que posee SpaceX en Boca Chica (Texas). La nave Starship ha alcanzado la órbita terrestre, y ahora cruzará el globo sobre el Atlántico, África, el Índico y el Pacífico, para impactar finalmente en el océano, al norte de Hawai. El tiempo de vuelo es de una hora y media.
Problemas en el anterior intento
El Starship tuvo que cancelar su primer intento de despegue previsto para el pasado lunes, pero una válvula presurizante congelada hizo que hubiera que retrasar el lanzamiento de la nave. Durante la carga de propelente criogénico previa al despegue, se detectó este problema técnico, según tuvo que explicar el propio Elon Musk en su cuenta de Twitter.
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