www.diariocritico.com
Yuval Rapahel, representante de Israel en Eurovisión
Ampliar
Yuval Rapahel, representante de Israel en Eurovisión (Foto: RTVE)

Eurovisión es política

domingo 18 de mayo de 2025, 16:23h

Eurovisión siempre fue político. Un concurso donde compiten países enviando cada uno a un cantante seleccionado para tal fin. -Compiten países, repito- No hay nada donde compitan países que no sea político, por eso dejaron fuera a Rusia tras invadir Ucrania, y tal vez por eso está dentro Israel pese al genocidio en Gaza. La Unión Europea no puede permitirse enfrentarse a un eje sólido formado por Trump, Netanyahu y Putin.

Israel ha quedado segundo. Tal vez tras el “pinkwashing” y el “greenwashing” nos faltaba por ver el “musicwashing”. Cualquier madre sabe que las manchas de sangre salen mal por mucho que se laven. Lo saben las madres porque son las que desgraciadamente se enfrentan casi siempre a tener que lavarlas. La Europa que alumbró los Derechos Humanos sabe que las manchas de sangre de Israel no van a desaparecer pese a todos los “Washing”

Más allá de si hubo o no un ejército de bots favoreciendo en las votaciones a Israel (Qué tiempos estos) merece la pena pararse a contemplar el paisaje político y social europeo. Hay una pulsión ultraderechista manando de la masculinidad frágil herida que hoy corre como gasolina por las venas de Europa para alimentar los discursos de odio. El “antiwokismo” hunde sus raíces sobre todo en hombres cuyos privilegios sociales se ven amenazados por la igualdad de derechos (cuando tienen más edad) y en hombres que ansían esos privilegios (cuando son más jóvenes). La Europa pronazi es indisoluble de la masculinidad tóxica.

Se preguntaba en su correspondencia privada, Gil Robles, cómo hacer para que la gente de la que históricamente habían abusado les votara. La respuesta, que no podía venir por la mano de los hechos, vino por la mano de las creencias y las emociones. Todo el discurso de la extrema derecha, así como el de Israel, se basa en difundir creencias que no se soportan en datos. En matemáticas se estudia que partiendo de una premisa falsa se puede llegar a la conclusión que se desee sin incurrir en ninguna contradicción o defecto de lógica.

El discurso de la extrema derecha no se soporta en datos ni resiste el más mínimo análisis científico. Se soporta en las tripas de gente que se siente oprimida y pide sangre, y en los intereses económicos de una élite que desde hace años considera saldada su deuda por los apoyos prestados al fascismo antes de perder la segunda guerra mundial.

Ayer una parte de la comunidad LGTBI votaba a Israel “por fastidiar a la izquierda”, pocos meses después de que la derecha madrileña acometiera el primer recorte en derechos LGTBI de nuestra democracia.

El fascismo que parecía residual (salvo en España, donde se mantuvo cuarenta años en el poder) va despertando poco a poco recuperado de sus heridas, reinventado y validado por el dinero ruso (Putin) y estadounidense (Trump). Una suerte de internacional fascista que ha encontrado en el Estado de Israel la situación perfecta para renegar del Holocausto al tiempo que apoya un genocidio.

Lo de Eurovisión con Israel es como el padre que aplaude a su hijo porque tras una pelea a puñetazos ha mandado a otro niño al hospital. Es el triunfo de la brutalidad tan asociada a la masculinidad frente al estupor de lo femenino. Gente que vota a Israel para fastidiar a la izquierda, es política. Ayuso entrando en Twitter para apoyar a Israel, es política. Los derechos de que disfrutamos los ciudadanos, son política, y las decenas de personas que mata a diario el Estado de Israel, por el hecho de ser palestinas, es asesinato y genocidio, y merecen una respuesta política.

Carlos Paredes

Analista político

Fue portavoz de Democracia Real Ya (DRY, 2011-2012) colaborando en la aparición del movimiento 15-M. Fue presidente de Ecopolítica (2020-2021) y ha tenido presencia como invitado y tertuliano, en 'El programa de Ana Rosa' (Telecinco), 'Las mañanas de Cuatro' (Cuatro TV), '13 TV', 'Los Desayunos de TVE', 'El Objetivo' y 'La sexta noche' (La Sexta)... En 2011 fue portada de las revistas 'Tiempo' y 'Pronto' como portavoz de DRY, además de contar con apariciones en medios internacionales como 'Le Monde', 'Le Monde Diplomatique', 'Der Spiegel', la 'Rai', la televisión pública francesa... Su nombre aparece en el libro 'España 2020, la España que necesitamos', junto al de José Luis Rodríguez Zapatero o Mariano Rajoy, entre otros. Colaboró en la publicación por primera vez en castellano de 'Vida y Muerte de Petra Kelly' y actualmente lleva una vida retirada de la política activa, concretamente en el sector privado, dedicado al mundo de la pequeña empresa.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios