Bale cerró unas cuantas miles de bocas con su partidazo en Dortmund (1-3)

Nunca habían ganado en Dortmund, y al final la cosa quedó en un 1-3 contundente en un encuentro maravilloso y precioso de los que hacen afición. Tuvo el especial mérito de lograrlo en una caldera hirviente que es el mítico Westfalenstadion, ahora horrorosamente llamado 'Signal Iduna Park'.

El Real Madrid ha pasado ya su mini-crisis, la que le ha hecho no ganar en Liga aún en el Bernabéu, pero que en realidad no lo es tanto: de 11 partidos oficiales en esta temporada, se han ganado 8, se han empatado 2 y se ha perdido sólo uno, el del Betis. Los 7 triunfos le han permitido ganar la Supercopa europea frente al Manchester United y la Supercopa española ante el Barça, así como coliderar el grupo de Champions junto al Tottenham. En Liga, aunque sólo han sido 3 de 6, impiden que la situación sea caótica o peligrosa.

Pero el Madrid está acostumbrado al ruido, a las críticas. Esta generación de Ronaldos y Nachos puede con todo y anoche en Dortmund parecía el mismo equipo que ganó dos Champions consecutivas y que deja claro que va a por la tercera con todas sus ganas y capacidades intactas. Debates como si dejar en el banquillo a Isco o Asensio para que juegue la BBC no son sino debates para 'haters' que necesitan llenar minutos de radio y páginas de periódicos. Al final, Zidane da minutos a todos y otorga galones y privilegios a quienes se lo han ganado a lo largo de varios años.

Y en esa tormenta sobre privilegios zozobraba Gareth Bale desde hace meses. Sin embargo, tanto en Anoeta como ayer en Alemania dejó claro que aunque le queda recorrido para ser el que era, es un crack capaz de romper partidos y ser decisivo. El gol que marcó ayer, tras un inconmensurable pase de Carvajal, es de antología. De esos que se quedan en las retinas para siempre y circulan por Youtube. Luego llegó el de siempre, el The Best, Ronaldo, con sus dos tantos de supra-crack. Al portugués no le aplauden continuamente sus gestas. Estamos todos acostumbrados y apenas lo valoramos. Pero él no se olvida: mandó un recadito a Florentino Pérez antes de marcharse de vuelta al avión: ¿qué pasa con mi renovación?