La tercera semana de San Isidro: arrebatos, arrimones, arreones

27. La corrida de Dolores Aguirre no es infumable como dicen algunos ¿expertos? Al margen de lo que ocurra en el ruedo, se fuman cigarrillos y puros desde el callejón hasta el gallinero…donde estoy yo por cierto. La corrida es imposible para arrimones por los dos pitones, es casi ilidiable. Si el mago Pop transformase toros en futbolistas, cuatro tienen la temible presencia de Ronaldo y los arreones-parones-regates de Messi con instinto de burlar al portero. Ojo, la casi dictadura propagandista-protagonista futbolera amenaza con casi anular-arruinar otros ocios-negocios con más enjundia y solera. Hace unas horas el Real Madrid, con muchos más jugadores extranjeros que españoles- madrileños, se proclama por décima tercera vez campeón de Europa…está bien, ¿y…? La corrida parece de aquellas de hace 150 años… de las que daban más disgustos que gustos al yerno de Cúchares, si, al mismísimo Antonio Sánchez “El Tato”. Los toros de esta tarde producen en la garganta ¡ay! o ¡uy!, en vez de olé. Toros de salida a la expectativa, o van a su aire… midiendo y mirando todo lo que se menea. Tal vez sería conveniente que salieran un par de toros así, muy de tarde en tarde, para recordarnos el fundamento y lógica de las faenas-lidias de aliño a toros alimañas o a toros de nulas mañas. Días atrás hemos visto toros dóciles, casi domesticados…uno de los graves problemas de La Tauromaquia, y de España –incluida Cataluña- es que o no llegamos o nos pasamos en casi todos las cosas y casos. Rubén Pinar, el más placeado, está solvente en su lote, valientes Venegas –tres actuaciones la temporada pasada-, y Gómez del Pilar con arrebatos peligrosísimos al hincarse de rodillas en el tercio para recibir de capote a sus marrajos. Emocionan pares de banderillas de Adalid. Los toreros de esta tarde heroicos, resignados…y víctimas del sistema, la necesidad y el paro. Que desbarajuste, que podredumbre, ¡que toros Señor Montoro! Gracias a Dios, a los dioses, o a quien sea, los toreros volvieron a casa sin olor ni sabor a gasa.

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28. En los últimos días, y horas ha caído agua como para emborrachar varias veces al maño que al ver el mar por primera vez en La Barceloneta dijo: “va, pues no es para tanto, si ese agua fuese vino me lo bebería de un trago”…y el baturro se quedó tan ancho. Precisamente, el exceso de lluvia hace que haya menos asistencia de público, hay fluidez en los pasillos, compruebo la excelente y generosa oferta cultural-didáctica. Exposiciones de pintura, escultura, fotografía, conferencias, libros, toros disecados al natural, etc. En paralelo, también aumenta la oferta comercial de pago en infinidad de chiringuitos o chirimbolos, donde, el que pueda, compra desde un sombrero cordobés a almendras tostadas en las andanadas. En la espera, saludo a conocidos y amigos, abundan los gestos de interrogación sobre la suspensión del festejo. A las seis cincuenta estoy en la andanada. Mal presagio, no hay lona en el encharcado ruedo, están muy borrosas las rayas de picadores: ¿la decisión está-estaba tomada? Intercambio de impresiones, toreros, autoridades, empresa, etc. A las siete poco más o menos, se suspende la corrida…hay algunos pitos y protestas. Un poco de agua suele avivar-relajar a casi todos los bichos vivientes, el exceso de agua en el piso plaza es un peligrosísimo añadido a las adversidades-incertidumbres habituales. Es correcta la suspensión. A quienes corresponda, hay que reprocharles su mala gestión, sin duda se pueden evitar desplazamientos-molestias con informaciones-resoluciones más concretas y acertadas. La señora Ramona acaba hasta el moño de la lona, el señor Muro dice que es más rentable cobrar el seguro…ironizar, tal cual hizo el maño, también es descubrir-conocer- reflexionar-denunciar-evidenciar corruptelas, listillos, carencias y descuidos. Como siga lloviendo, salen a los foros… caracoles o chicharros y besugos… por toros. En fin, nunca llueve o escampa al gusto-disgusto de todos.

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29. La corrida de esta tarde, - Domecq, cien por cien-, es el cénit de la modernidad, de lo cenizo y de la ceniza. Toros que ni chicha ni “limoná”… toreros-toreos ídem. La modernidad sin conocer-respetar lo antiguo-clásico en el presente… tiene un futuro inquietante-inseguro. Ni todo lo moderno vale, ni todo lo antiguo es de saldo. A excepción del juego del quinto que recuerda algo la fijeza, nobleza, poderío y codicia de los auténticos toros bravos, los otros cinco son de camelo-fiasco… el sobrero de Virgen María otro tostón. Lo preocupante, es la casi uniformidad en el comportamiento contemporáneo de los toros. Casi de desentienden de todo hasta que llegan a la muleta…y tampoco es garantía de que vayan a “comérsela”. Los Laboratorios Domecq y sus consecuencias han franquiciado, o han influido mucho en demasiadas ganaderías del Campo Bravo. Los laboratorios son espacios de investigación-experimentación que cuando se llevan a la práctica, hay que tener en cuenta tres o más fases evolutivas. En la primera suelen dar resultados satisfactorios, en la segunda aparecen casos y cosas cuestionadas por confusas o mediocres, en la tercera se ratifica o se rectifica el invento. Llevamos varios años en la segunda fase. Con toros que ni fu ni fa… hay que recurrir a los recursos del oficio y a las lidias de siempre con decisión-imaginación. En eso, la tarde es un suspenso del tamaño del aeropuerto de Castellón. Hacer las mismas cosas con el mismo concepto del arte de torear a casi todos los toros es un ejercicio rutinario y en serie. Toreo de líneas rectas o diagonales sin las curvas necesarias para que haya ciencia y geometría… es el “neo toreo” de la modernidad-simplicidad. Toreo incompleto, o ventajista, –siempre con peligro-, pero superficial y vulgar… en muchos casos interpretado fuera de los cánones del tiempo, distancia y sitio-lugar. Es como bailar boleros despegados y perfileros. No, en la mayoría de toros-toreros-toreos no hay sutileza, susurros, deseos, roces, saber-sabor, no hay sentimiento ni emoción. Es como el ritmo de un mecanismo sin el compás de un creador. Luque, Galván y Lorenzo, en otras ocasiones, han pasado por Las Ventas con buena, pinturera o esperanzadora nota respectivamente, hoy están a la escasísima altura, ¿brava?, de los toros… incluso están por debajo. El conjunto del “espectáculo” es como un cenizo negruzco o grisáceo…no hay suerte con los toros pero tampoco hay calor y color. El resultado es de ceniza apagada… o con apenas residuos del toreo en esplendor. Toros cinqueños con más defensas que ofensas, con más soserías que sesos, con más de lo mismo o peor…invitan a la reflexión. Tarde de arrebatos, arrimones, arreones… más banales que cabales. En fin, los bien intencionados Laboratorios Domecq, de cien toros “fabricados”, sale uno de indulto, diecinueve válidos y ochenta “inválidos” parciales o totales. En mi opinión, hay suficientes ganaderos que para conseguir esos propios porcentajes no necesitan de ajenos experimentos o brebajes.

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30. Es verdad cada toro tiene su lidia. Es verdad los toros son como son… y hay lo que hay. Bien, pero, ¿cuántos toreros están capacitados para despejar incógnitas y superar con sabiduría la mediocridad de lo que hay? ¿Saltan a la arena suficientes toros para mantener la atención-respeto- afición del conjunto del respetable? Son demasiadas tardes las que pasa poco o nada en el ruedo. Es decir, casi siempre falta o sobra algo en toros-toreros-toreos para estar por encima de las circunstancias. No se trata de que todo salga perfecto porque es imposible, y la valía personal-artesanal pasaría a ser mecánica, calculada y en serie. Se trata de superar las adversidades de los toros, de superarse a sí mismo, de superar la posible crisis de identidad y quehaceres de casi todos los protagonistas, pero sobre todo hay que tener muy presente-futuro la importancia del toro…porque de esa importancia deriva el mérito de los toreos y el estilo-personalidad de los toreos. La corrida de Garcigrande es estándar, está dentro de los parámetros de las ganaderías preferidas por las llamadas figuras. Toros desiguales, pero aptos con matices, para poner a prueba a los que se ponen delante. Confirma el novedoso-vistoso torero venezolano Jesús E. Colombo ante dos compañeros en estado de gracia. Gracia – distinción, don, ingenio- sobresaliente y sobre cogedora. El primero de Ponce se llama Billetero, le devuelven por ratero, ojo, el toro está mal de la vista, ¿o puede estar dopado por las razones-sinrazones que sean?, raro está varios minutos en la plaza, como rarezas efímeras tienen otros dos toros ¿…? El sobrero de Valdefresno se llama Cigarro, nadie da un céntimo por su humeante-mareante actitud-aptitud hasta que llega a la muleta. Con su difícil facilidad lo luce y lo fuma Enrique, si el “cigarrillo” dura un poco más le corta una oreja. En su segundo demuestra su magisterio, intenta el sí a un toro del no es no… lógica, opta por una faena breve de aliño y solera sin despeinarse ni crisparse. Castella es un castillo resistente a lo que haga falta. Con aplomo y seguridad de vértigo llega y llena los manos a manos en la máxima cercanía de los pitones a través del valor-valer de su toreo. Valor-valer natural y sereno. En su primero nebuloso y gris como el cielo. En su segundo baja al suelo y firma una de esas páginas épicas que ennoblecen la grandeza del arte de torear. En los primeros lances, el toro no obedece porque…, y le pega un meneo escalofriante. Un derrote lo lanza a las alturas, derrotes en la caída y más derrotes cuando está tirado en el suelo. Parece que hay mucha gravedad en las cornadas. Aturdido, desbordado, ¿noqueado? Minutos angustiosos, el miedo y dolor penetra en los espectadores, camino de la enfermería se rebela y vuelve a la cara del toro con un pie vendado y cojeando. Lógico, empieza de rodillas la faena de muleta… y se crece. Desde todos los puntos de vista, Sebastián defiende su posición con arrojo-control límites, y con responsabilidad-generosidad consigo mismo y con los pros, antis o escépticos del melodrama en el ruedo. Otro meneo muy feo en la suerte suprema. Se hace propia y ajena la sinceridad, intensidad, inmensidad y verdad del suceso. Hay ovaciones, silencios, respetos y trofeos.

Lección, lecciones admirables-memorables de torería y hombría para casi todo, para casi todos, para los restos.

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31. Cartel casi global. Seis toreros de seis de los ocho países donde se celebra el ritual taurino. De los seis países, tres están entre los 10-15 más significativos del globo terráqueo. No hay ninguno de los otros cinco lugares al que se le pueda considerar ese feo al que llaman tercer-cuarto mundo, si acaso, son países en desarrollo, o con la crisis de crisis actual y global. Seis toros “modernos” de El Pilar, desiguales, los hay blanditos, noblotes, sositos, encastaditos…Todos manejables, incluso hay dos-tres que haciendo las cosas mejor invitan al éxito de cortar una oreja. El triunfo es más profundo y trascendente que el éxito. Ojo, el no llegar al éxito o al triunfo, en cualquier disciplina, tampoco es para descalificar-reprochar a los ¿fracasados? Influyen tantas cosas, hay tan pocos puestos para ser o no ser… que llegar al máximo depende tanto del azar como del hacer. El cartel es bien intencionado, no sé si llegará a cuajar, pero la idea del “invento” viene de lejos, por ejemplo, los ocho toros con ocho toreros –uno mexicano- que inauguran Las Ventas hace ochenta y siete años. Lo que hoy contemplo en el ruedo más influyente de todos los que existen… es la casi globalización-clonación de los toreos. Seis toros desiguales para seis toreros casi iguales en la concepción del arte de bregar-lidiar-torear…es verdad que unos estuvieron menos mal que otros…ese toro con la cabeza en las nubes iniciando la faena con estatuario y pases aéreos, ese toro de veinte muletazos de oreja por los dos pitones y le “machacan” a derechazos, ese toro…Contemplo insuficiente lidia precisa, contemplo más pasos, pases y poses de cantidad que de calidad, contemplo poco o nada de diferencias en estilos, etc. Es verdad los toreros son de países distintos pero contemplo que podrían ser toreros de seis provincias castellanas, es un decir. En mi opinión – solo es una opinión más- estamos instalados en la mediocridad de toros-toreros-toreos sin ánimos-fundamentos para ir de menos a más. Es verdad que de vez en cuando se pasa el círculo “viciado-vicioso” por la tangente de la originalidad, como también es verdad que en demasiadas ocasiones no se pasa de la vulgaridad.Al margen de la “novedad”, el evento de ayer tiene poca sustancia para degustar-analizar. Dos veteranos que no estuvieron a la altura de su experiencia, cuatro jóvenes vistosos-voluntariosos pero que no dejaron una tanda de verónicas o naturales para el recuerdo. A los novatos no se les debe exigir faenas rotundas-redondas… si tendrían que mostrar-demostrar personalidad propia, toque de distinción, algo de su huella- firma. Varios toreros de otras épocas, y menos toreros de esta, cortan cuatro-cinco orejas a la corrida de esta tarde…y no hubo una ovación cerrada y unánime en dos horas y pico. Tiempos de confundir grano y paja, o al revés. Que cada cual saque conclusiones.