El segundo encierro de los Sanfermines de 2025 ha dejado una estampa inolvidable de tensión y riesgo y un herido por asta.
Los toros de la ganadería Cebada Gago, conocidos por su agresividad, protagonizaron un recorrido largo y accidentado que duró 5 minutos y 22 segundos desde su salida en Santo Domingo hasta la plaza de toros de Pamplona.
Este tiempo contrasta con el registrado ayer lunes, en el primer encierro, cuando completaron el trayecto en apenas 2 minutos y 41 segundos.
La jornada estuvo marcada por momentos de gran peligro, especialmente debido a un toro descolgado llamado Caminante, cuyo peso de 575 kilos y comportamiento errático sembraron el caos en los últimos metros del recorrido.
La carrera mostró una participación algo menor en comparación con el primer encierro, aunque las aglomeraciones no tardaron en aparecer. Desde los primeros tramos, los corredores se vieron obstaculizados por montones humanos que dificultaron el avance de los astados. Esta situación contribuyó a convertir el evento en uno de los más accidentados hasta ahora. Según los datos facilitados tras el encierro, seis personas resultaron heridas, entre ellas un hombre corneado en la calle Espoz y Mina, el primer caso de este tipo en lo que va de las fiestas. Además, otras cinco personas fueron trasladadas al hospital debido a contusiones y lesiones menores-
Tensión en Estafeta
Uno de los momentos más críticos ocurrió en la emblemática calle Estafeta, donde el toro Caminante comenzó a separarse del grupo principal. Este ejemplar, confundido y desorientado, empezó a girarse repetidamente para enfrentarse a los corredores que se encontraban a su alrededor. Su actitud impredecible generó escenas de verdadero pánico entre los presentes. Algunos intentaron llamar su atención para evitar embestidas más graves, mientras que otros optaron por alejarse rápidamente del peligro. Los pastores tuvieron que intervenir para controlar al animal y guiarlo hacia la plaza de toros, una tarea que complicó aún más el desarrollo de la carrera.
La situación se volvió particularmente crítica cuando Caminante se detuvo varias veces, fijándose en los corredores cercanos antes de lanzarse contra ellos. Este comportamiento errático provocó que muchos participantes buscaran refugio en los balcones o detrás de las barreras de seguridad. Aunque los profesionales lograron finalmente retomar el control, quedó claro que estos toros mantienen intacta su fama de ser especialmente peligrosos durante los encierros.
Heridos y traslados médicos tras una mañana intensa
El balance médico del segundo encierro incluye un total de 6 heridos, destacando el caso del corredor alcanzado por asta de toro en Espoz y Mina. Este incidente representa el primer registro de este tipo en esta edición de los Sanfermines. Los otros cinco traslados al hospital se debieron principalmente a contusiones y golpes sufridos durante las caídas o apilamientos de personas en diferentes puntos del recorrido. La rapidez de los servicios sanitarios fue clave para atender a los afectados y garantizar que recibieran asistencia inmediata.
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