La accidentada restauración del Ecce Homo de Borja (Zaragoza) que llevó a cabo la aficionada a la pintura y vecina del pueblo, Cecilia Giménez, dio la vuelta al mundo llegando a transformar la hilarante anécdota en un producto de márketing sin igual.
Cuatro años después, parece que estamos ante la versión 2.0 de aquello. En Canadá, la reparación casera de la cabeza de un Niño Jesús ha provocado indignación e infinitas bromas que rememoraban lo sucedido en Borja.
En la iglesia católica de Sabury (Ontario) un artista local lleno de buenas intenciones decidió usar arcilla para devolver la integridad a la figura religiosa que había sido decapitada a manos de unos vándalos. Sin embargo, el resultado dejó mucho que desear.
Tal y como informa The Guardian, Gérard Lajeunesse, el párroco, no disponía del presupuesto necesario para llevar a cabo una restauración ‘ortodoxa’ y accedió a que el artista local Heatger Wise llevara a cabo la recomposición.
Lamentablemente, el material escogido, arcilla naranja, y el modelado final parecen no haber encontrado una buena acogida entre los feligreses. La imagen del Niño Jesús que ya ha sido rebautizada como Maggie Simpson o el Ecce Homo de Canadá será sustituida por otra de piedra, suponemos, que más parecida al original.
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