Desde 2020 se registran numerosos ataques de orcas a embarcaciones en las costas españolas, especialmente en la zona del Estrecho de Gibraltar. Es una ubicación habitual del paso de estos cetáceos, pero desde hace 3 años su comportamiento es más agresivo.
Desde hace 3 años cuando llegan estas fechas que con el buen tiempo hay más flujo de embarcaciones, se intensifican los ataques.
Un comportamiento que, hasta la fecha, no ha podido ser explicado por los científicos.
¿Defensa propia?
La revista 'National Geographic' recoge el testimonio de expertos a 'The Conversation' en el que detallan que en mayo de 2020 una orca tuvo un encontronazo con un barco y fue golpeada con su timón.
Tras esto los ataques de orcas han ido en aumento, lo que ha llevado a los científicos a preguntarse si este incidente despertó una especie de conciencia de autodefensa en el resto.
Una faceta que no es desconocida en el mundo de los cetáceos, pues los cachalotes responden en grupo cuando algún miembro es atacado y también las ballenas jorobadas, que incluso salen en defensa de las focas cuando son atacadas por las orcas.
¿Moda?
Sí, la mencionada revista sostiene que los animales también pasan por modas. Tendencias que no responden a ninguna explicación científica, como ya ocurre con los seres humanos y las infinitas modas que surgen de repente y tal como vienen, se van.
Parece que los animales no responden a estos comportamientos, pero según indican, hay algunos ejemplos como el caso de una especie de delfín, que comenzó a 'caminar' con la cola. Sacaba su cuerpo por la superficie del agua impulsado por la fuerza de su cola, como si diese saltos.
Hay más ejemplos del estilo, por lo que los científicos manejan la teoría de que estos ataques respondan a una moda pasajera.
¿Se pueden frenar?
De momento no hay una causa 100% confirmada, por lo que es difícil saber cómo frenarlos y de momento las autoridades se han limitado a prohibir las embarcaciones más pequeñas en las áreas de paso de las orcas en una época concreta.
Cabe destacar que la orca ibérica, la que está provocando estos ataques, está en riesgo de extinción. Su hábitat va desde las costas de Marruecos hasta Asturias, pasando así por toda la zona del Estrecho.
Su principal fuente de alimentación es el Atún Rojo, especie también en peligro, por lo que manejar la situación es complejo para las autoridades ya que es importante preservar las especies, en especial a las que mayor peligro de desaparición tienen.
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